miércoles, 17 de marzo de 2010

capitulo 45 (y último)





Enrique se enfrenta a su madre.
--¡¡¿¿cómo has podido?¡¡¡¡eres una criminal¡
Enrique es su vida y la reina no quiere perderlo:
--¡¡lo hice por tu bien¡¡
Enrique está totalmente horrorizado:
--¿¿por mi bien? ¡¡eres una asesina¡¡¡
--¡¡no... no¡¡ ¡¡la cosa no es así¡¡
--¡¡¿cómo que no? ¡¡¡quisiste matar a Sara¡
--¡¡pero no le hice nada¡¡
--¡¡porque yo te he descubierto¡¡
--¡pero lo importante es que no lo he hecho¡
--¿¿y a esa pobre chica que la mandaste matar para ocupar el lugar de Sara?¡¡¿¿quien es?¡
--¡¡no lo sé¡
Enrique mira a su madre con horror. Llorosa ella dice:
--¡¡no me mires como si fuera un monstruo¡¡
--¡¡lo eres¡¡
Letizia llora, suplica a su hijo que la escuche pero éste no quiere que se le acerque, que lo toque.
--¡¡eres una basura de lo peor, no tienes excusa para lo que hiciste¡ ¡¡¡me ocultaste a mi hermano, a mi hija¡ ¡¡has hecho daño a todo el mundo¡
Letizia habla con mucho dolor:
--¿¿¡y a mí? ¿¿¿a quien le preocupa el daño que me han hecho a mí?¡¡ ¡¡me vendieron a un miserable que me hizo la vida imposible¡¡
--¡¡no hables así de mi padre¡¡
--¡¡es lo que era... él fue el primer hombre en mi vida pero me trató como una basura, me tocó lo justo para darte la vida a ti y luego me despreció, me restregó a su amante, la madre de Guillermo¡ ¡¡yo no quería que otra pasara por el infierno que pasé yo y por eso quería que fuera el heredero tu hijo¡
Enrique se queda callado, la historia de su madre se parece mucho a la de Sara y ahora siente culpa de como la trató:
--Sara vivió lo mismo que tu y en cambio no es una criminal...
--¡¡porque Sara gracias a mí salió del infierno, me debe su felicidad ¡¡¡pude arrancarle la hija a Sara pero no lo hice¡¡
--¡¡las quisiste matar¡¡
--La versión de que ella te dejó por su amante nos conviene, nadie va a creer que la quise matar. Deja las cosas como están...
Enrique agarra su celular.
--¿¿qué haces?
--¡¡voy a llamar a la policía¡¡¡te voy a acusar¡¡
La reina se le tira a los pies. Le suplica que no lo haga.
--¡¡soy tu madre, no me puedes hacer eso¡
Enrique la mira con odio:
--¡¡me das asco... mi madre está muerta¡¡
Letizia llora en el suelo pero su hijo no compadece, oye como éste acusa a la policía a la reina. Despreciada por su hijo y sabiendo que el pueblo la odiará, Letizia sale al balcón. Mira esa ciudad, el poder de ser la reina es lo único que la ha hecho feliz. Enrique ya ha acusado a la reina.
--ya todo acabó mamá...
Pero al darse la vuelta se da cuenta con horror que su madre se prepara para lanzarse al balcón.
--¡noooooooooooooo¡¡
Letizia se lanza sin dudar. Enrique llora en el balcón en el jardín ha quedado su madre muerta. Cae en el suelo llorando de dolor y rabia por los crímenes de su madre.


Blanca con su hijo en brazos escucha de boca de Enrique todo lo que ha pasado.
--¿es mi hijo?
Enrique es muy cariñoso.
--nuestro hijo...
Blanca siempre ha querido a ese pequeño como si fuera su hijo, no puede creer que sea verdad. Blanca mira al bebé, mira a su ex amante:
--¿y la tumba?
--No lo sé y ya prefiero no saber pero este bebé es nuestro hijo...
--¿seguro?
Enrique le acaricia los cabellos:
--si aunque si quieres podemos hacer la prueba...
Blanca besa al bebé:
--no es mi hijo...
Enrique acaricia a su amada:
--se acabó el dolor, ya no hay motivos para que me rechaces...
--¿de qué hablas?
Enrique sonríe:
--que te amo y quiero que toda vuelva a ser como antes...
Enrique la quiere besar pero ella se aparta de él:
--¡¡ahora solo me importa mi hijo¡
--No me hagas esto...
Los dos se miran con mucho dolor.
--quiero irme a mi país, disfrutar de mi hijo.
--No me alejes de mi hijo, yo no tengo la culpa de lo que pasó...
Los dos se miran llorosos:
--si no me puedes aceptar almenos no me alejes de tu vida...
--No lo sé... deja que lo piense...
Blanca se va a otro cuarto con su hijo, Enrique llora.

Enrique, al cabo de un rato, como rey pide perdón de los errores de su madre. En un discurso que da dice:
--Prometo hacer las cosas tan bien como pueda. Seré un buen rey y tendrán la reina que ustedes quieren... La mujer que yo elegí desde el principio como mi esposa, la unica mujer que amé...
El pueblo aplaude, Enrique XX se emociona. Blanca lo escucha por la radio... LLora.

Sin ceremonia, con la única presencia de Guillermo y Enrique, la reina es sepultada en la catedral de la capital, donde reposa toda la familia real.
--¡que Dios te perdone, madre¡ ¡¡yo no puedo¡ --dice Enrique muy triste.
Guillermo está abrazado a su amigo en todo momento.
--gracias por estar conmigo...
--para eso estamos los hermanos...
--yo...
Guillermo lo interrumpe:
--ahora no... después hablaremos en el puerto en nuestro lugar...
--hecho de menos tu barco...
--yo también...
--Sara que venga, necesito verla... Tengo que pedirle perdón, ver a mi hija...
Guillermo se lo pide por teléfono... Ella se niega, él le jura que no pasará nada... que él la protegerá.
--trae a mi hija que la conozca mi amigo...

En medio de una fuerte escolta Ascott recibe a la princesa con sus dos hijas. Aunque la saben inocente la reciben con frialdad. A pesar de los crímenes de Letizia el pueblo apoya a Enrique y desea que su hijo sea el príncipe heredero. Conmovidos por el dolor de Blanca obligada a criar a su propio hijo creyendo que es el de otra desean que ésta sea su reina pero Blanca no quiere saber nada de eso. Enrique se emociona al ver a su hija, al conocer a la hija de su hermano. Le pide perdón a Sara por sus errores. Ésta mira enamorada a Guillermo:
--gracias a ti conocí el amor, el verdadero amor... sólo espero que él perdone mi mentira... --Sara.
Guillermo está muy nervioso.
--espero que arreglen sus cosas... --Enrique.
Guillermo mira a su amada triste:
--eso lo hablamos luego, en España.






Enrique y Sara arreglan los trámites de anulación de su matrimonio. Acuerdan que su hija será sólo heredera en Calabria (bienes que manejará como siempre Enrique) y que él podrá verla siempre que quiera y cuando sea más mayor pasará un tiempo con él. Sara recupera su título de princesa de Calabria. Enrique quiere que su hijo sea el heredero de Ascot aunque para eso es imprescindible una boda con la madre. Una boda que todo el mundo quiere, Enrique se siente feliz. Una boda por amor y que conviene a todo el país. Blanca, pero se mantiene al margen de todo. No se va de palacio pero sólo tiene ojos para su hijo y no quiere hablar con Enrique. El escándalo llenan todas las revistas, casi no se habla de otra cosa en España y en Ascot. En todas las revistas salen ellos en portada, ya sea una foto de la reina a la que ya han bautizado como "Letizia, la bruja", Sara llegando con sus hijas. Guillermo es el más sorprendido porque nunca esperó entrar parte del mundo del corazón. En alguna revista la portada es una foto de ellos dos juntos: "hermanos, amigos y 'maridos' de la princesa."
Enrique va a buscar a Guillermo en el hotel en el que está. Los hermanos se miran con cariño.
--me gusta que seas mi hermano... siempre quise que lo fueras...
--a mi me gustas que seas mi hermano, pero eso de ser hermano de un rey... siempre voy a tener la prensa encima...
--ya te acostumbraras...
Los hermanos siguen hablando. Van hacia al puerto, donde estuvo el barco de Guillermo. Él y Guillermo, frente al agua, hablan como hermanos. Se quieren como tal y les alegra serlos.
--siempre estaremos juntos pase lo que pasa --Enrique.
Enrique le habla de Blanca, de lo que sufre porque aún lo rechaza. Guillermo le habla de Sara:
--Tanto que desprecié a esa princesa con la que tú te casaste y en cambio era todo lo contrario... Verla me atrapó...
--La verdad es que yo la traté bien feo, que bueno que tú almenos la hiciste feliz.
--no puedo perdonarla...
--¿la amas? .
--claro pero como saber que ella me ama, que no es despecho.
--Sara me pidió que renunciara a Diana, quiere que tú seas el padre, que la adoptes legalmente… ¿eso no es amor?
Guillermo está conmovido por el gesto de Sara:
--¿eso quiere?

Sara sabe que su amado ha ido al puerto.
--Es ahora o nunca...
Ese lugar en el que él se enamoró de ella puede ser el único lugar en el que puede lograr que él olvide todo lo que ha pasado. LLega al puerto con sus dos hijas. Está segura que el estar con las niñas, en ese lugar donde comenzó todo Guillermo no podrá sino aceptar volver con ella. Mientras llega al lugar en el que estaba el barco Sara sonríe recordando el momento en el que vio a Guillermo desnudo. Acaricia a su hija Gracia. De no ser por ese día ella no hubiera nacido. Enrique y Guillermo van hablando:
--Me ilusioné con Sara el primer día que la vi, tú lo sabes...
--sí tanto que me hablaste de ella nunca imaginé que fuera ella... Ni que tú fueras mi hermano...
--No importa que seamos hermanos, el cariño es el mismo...
Los dos se abrazan. Enrique se aparta de Guillermo y señala a Sara que va con sus dos hijas. Guillermo la mira. Le gusta que haya ido a buscarlo. La sonrisa de él golpea el alma de ella. Guillermo corre hacia ellas. Se abrazan. Ella le pide perdón entre lágrimas. Él siente que ella lo ama y no le importa nada. Se besan ante la mirada emocionada de Enrique que se queda con las niñas para que Guillermo y Sara puedan disfrutar de su amor. No dejan de besarse. Son besos llenos de amor. Se aman y las palabras sobran. A Enrique le emociona ver a su hermano feliz. No puede evitar llorar pensando en su madre.
--¿¿¡porque has sido tan mala...?
Enrique seca sus lágrimas:
--pero el pasado quedó atrás, ahora sólo me importa mi felicidad. ¡¡Voy a luchar por la mujer que amo, Blanca será la nueva reina y esa será mi mejor venganza¡¡
Enrique hace una llamada en su móvil:
--necesito un favor.
Enrique sonríe enamorado.
--no te voy a perder mi amor. No.




Al rato Blanca pasea con su bebé por los jardines de Palacio. Vive como ajena a lo que pasa fuera, sólo piensa en su hijo. Aunque ha estado con él desde que nació, aunque siempre lo ha sentido su hijo, quiere en cierta manera recuperar el tiempo perdido. Siempre desde el exterior del palacio se oye alguna voz que grita:
--¡¡Blanca, te queremos¡¡ o ¡¡Blanca tienes que ser nuestra reina¡¡
A Blanca le emociona esos comentarios pero aunque aún pese a todo hay mucho amor dentro de ella por Enrique no quiere formar parte de su mundo, no está segura del amor de él. De repente un avión vuela por encima de palacio.
--¡¡mira, mira¡¡ -va diciendo la gente.
Por curiosidad, Blanca mira al cielo, el avión lleva un letrero como cola: ¡Te amo, Blanca¡. Se abre una puerta y alguien cae. Son muchos metros los que los separa del suelo. Blanca se lleva la mano a la boca por la sorpresa. ¡¡Es Enrique¡ Con un altavoz y a metros de altura el príncipe grita:
--¡¡Te amo Blanca¡ ¡¡cásate conmigo¡
La joven está muy emocionada. El príncipe con su paracaídas cae muy cerca de la entrada de palacio que se ha llenado de curiosos que aplauden. El príncipe los saluda. Blanca corre hacia él. Él se desata del paracaídas, sonríe y corre hacia ella. Los dos se abrazan.
--¡¡eres un loco¡
Se abrazan y se acarician.
--¡loco por ti¡
Los dos se miran llorosos.
--¿me vas a decir si de una vez...?
Desde fuera mucha gente grita a la vez:
--¡¡si...¡¡
La pareja abraza mira al pueblo que aclama:
--¡¡¡si... si...¡¡
Otros gritan:
--¡reina Blanca... reina Blanca...¡
Enrique sonríe a su pueblo:
--ellos quieren que seas mi esposa...
--¡¿Y TÚ?¡
Enrique la mira enamorado:
--No me digas que no lo sabes, sólo piensa en todo lo que hemos vivido para conocer esta respuesta...
Blanca cierra los ojos, piensa en la primera vez que vio a Enrique, en cómo lo amo. Abre los ojos. Él y todo el mundo espera con ansiedad:
--¿y bien...? Yo si me quiero casar ¿y tú?
--no me queda de otra... ¡si¡
Los dos se miran con amor, se acarician:
--pero no será por obligación ¿no...? --dice él con ironía.
--te amo tonto... --dice ella dándole un golpe en el brazo.
--ah... No me maltrates --dice él.
Ella lo acaricia:
--te amo tanto...
Se ríen y se besan ante la emoción de su pueblo. Enrique la mira con una carita:
--es un sí...
--es un siempre.
Enrique la abraza y mira a su pueblo:
--¡¡me ha dicho que sí¡
El pueblo aplaude:
--¡¡viva el rey, viva la reina¡¡
Enrique y Blanca se besan muy enamorados mientras cae sobre ellos una lluvia de aplausos y de vivas. Los sienten que viven un sueño.

Semanas después… A días de su boda, Guillermo sorprende a Sara. Le canta bajo el balcón el por ti me casaré. Ella baja, lo besa enamorada. Guillermo pasa esos días con Emilio para así echarse de menos. Aunque no puede evitar dejarse seducir por Sara. Hacen el amor. Son felices. A Guillermo le cuesta acostumbrarse a llamarla Sara pero es feliz porque esa mujer, esas pequeñas a las que adora serán, son su mujer, sus hijas en el corazón y ante la ley.

Justo esta semana todas las revistas llevan en portada la boda de Enrique y Blanca que fue en la intimidad con la presencia de Guillermo pero sin las niñas. En el reportaje se ve fotos de la ceremonia civil que fue en el Palacio Real, de la salida de los esposos al balcón real con el bebé ya como príncipe heredero oficial. En casi todas las fotos está Guillermo, es frecuente fotos de los hermanos abrazados.




Emilio es el que le organiza a Guillermo la despedida de soltero. Enrique está con él. Enrique se muestra amable con Emilio. Entre ambos se les ocurre algo. Piden una canción en la discoteca que le dedican a Guillermo la canción “te casaste, la cagaste”. Guillermo los abraza riendo. Quiere mucho a los dos, está feliz y le gusta compartir esa felicidad con ellos. A los dos los trata de hermanos y Emilio se resigna . Siempre supo que Guillermo era un amor imposible.


Enrique se ha llevado a Guillermo y Mariana se acerca a Emilio.
--tengo una sorpresa para ti…
--pero…
Emilio no puede hablar. Ella se lo lleva a otra área en la disco hay varios stripper y uno de gran parecido a Guillermo. A Emilio se le hace la boca agua.
--métele dinero en el tanga y es tuyo esta noche…
Emilio no se lo piensa, almenos tendrá un buen polvo y el chico es guapísimo. Se podrá hacer la fantasía que se acuesta con Guillermo.

La boda de Guillermo y Sara es la boda del año, aunque civil es por todo lo alto. Guillermo llega con su hermano, los dos muy contentos. Sara parece una reina, feliz que su hermano la entregue. Los cuñados se abrazan con mucho cariño. Guillermo la recibe a Sara y hacen sus promesas de amor. Enrique y Emilio son los primeros en felicitarlos. El ya matrimonio se besa y sale entusiasmado del templo donde reciben la lluvia de pétalos de rosa. Mariana está con Ronaldo. La hija de Mariana, toda una mujercita, no deja de desnudar al futbolista con la mirada y a este le gusta. Sara y Guillermo ríen y lloran. Se van juntos en el auto con sus hijas. Se sienten reyes, reyes de la felicidad.

2 años después… Toda la familia se ha reunido en la finca de Sara y Guillermo para celebrar el primer cumpleaños del pequeño Guillermo. El niño está con el orgulloso papá, Guillermo, mientras la mamá se ocupa de las hijas. Emilio está con Mariana que tiene a dos bebés con ellos. Su hijo y su nieto. Los dos hijos de Ronaldo.
--Es que si me cuentan esto en el pasado no me lo creo… Con lo que me gustaba Ronaldo y no sólo su hija lleva mi médula sino que sus dos hijos son como mis sobrinitos...
Mariana le sonríe. Le duele que el mismo hombre se haya burlado de ella y de su hija pero es feliz como madre y abuela.
Llegan Enrique y Blanca con sus hijos. Aunque no lo ve mucho, sólo cuando se la lleva Guillermo, Diana conoce a su papa corre hacia él llamándolo tío, la sigue Gracia. Enrique abraza a su hija y a su sobrina. Pronto Gracia y Diana se alejan de él para jugar con Enriquito. Los tres van a jugar. Se les suma Blanquita, la hija de Enrique y Blanca, que ya camina. Además Blanca está en avanzado estado de gestación. Enrique y Guillermo se abrazan con cariño. En brazos de Sara descansa un bebé recién nacido. Guillermo lo agarra en brazos y se lo muestra a su hermano:
--este es tu nuevo sobrino, se llama Enrique…
Guillermo había guardado el nombre de su hijo pequeño en secreto para sorprender a su hermano. Se abrazan emocionados. Blanca y Sara se tratan con cariño. Miran a sus hombres, a sus hijos. Son felices. Enrique se acerca a Blanca y la besa con pasión. Guillermo hace lo propio con Sara. Ya no hay dudas, ya no hay malos entendidos. Las dos parejas se aman y disfrutan de ese amor y de los hijos fruto de ese amor.


capitulo 44



Después de la publicación en una revista del corazón la historia de Sara y de Guillermo, el escándalo estalla tanto en Ascot como en España. Ya todo el mundo sabe que la princesa está viva. Enrique se enfrenta a su madre:
--¿¿¡qué significa esto, madre?
Letizia se hace la victima:
--¡¡es la verdad... Sara huyó con tu amante, tuvo gemelos y yo alcancé a robarle a tu hijo...¡¡
--¿¿porqué no me lo dijiste?¿¿¡porqué renunciar a mi hija?¡
Enrique está conmocionado. No puede creer que tenga una hija que no conoce.
--¡¡quiero a mi hija¡¡
--¡¡si claro, será fácil sacársela a esa ramera¡
Enrique mira con reproche a su madre:
--¡¡nunca te voy a perdonar que me hayas ocultado la verdad¡
--¡¡lo hice por tu bien... para librar al heredero del escándalo¡¡
Enrique no está muy conforme con las explicaciones de su madre.
--¿¿donde vas?¡
--¡¡A España a recuperar a mi hija¡¡
--¡¡no... no debemos hacer las cosas a mi modo¡
Enrique está verdaderamente enfadado con su madre:
--¡las cosas se harán a mi modo¡¡
Enrique se va sin que su madre pueda retenerlo.
La reina está furiosa:
--¡¡no me van a vencer¡¡
No le interesa que Sara y Enrique llegan a hablar y compartan la verdad porque la versión de Sara es fácil de comprobar, de demostrar que no es la madre del heredero. Llama a su cómplice:
--¡mata a Sara... sea como sea pero la quiero muerta¡¡

Guillermo está fuera de la casa cuando lo rodean los paparazis.
--¿¿desde cuando usted es el amante de la Princesa Sara de Ascot??¡
Guillermo los mira alucinado:
--¡¡que tontería dicen¡¡ ¡No me hagan perder el tiempo que yo no tengo nada que ver con toda esta basura y respecten la memoria de una muerta¡
Todos se le ríen:
--¡¡no sea caradura, sabemos que usted se escapó con la princesa, que abandonó a su hijo y a su marido por usted¡ ¡¡todos sabemos que la Princesa de Calabria se ha hecho pasar por su esposa Ana Winted aunque no sabemos porque ante usted es Silvia, ¿será para despistar a la prensa?
Guillermo está desconcertado, una periodista le pone la revista en la mano y riendo dice:
--¡¡por favor, no diga que no sabía que su amante era una princesa porque eso no se lo cree nadie¡ ¡¡usted se acostó con su princesa y la mujer de su mejor amigo¡¡
--¡¡no diga tonterías¡
Guillermo tiembla al ver la revista en la que sale él con Sara y su hija.
--¡¡no puede ser¡¡
Guillermo está desconcertado. Abre la revista, ahí ve las pocas fotos que hay de los Principes de Ascot, le impresiona mucho ver la boda de Enrique, verlo casado con la mujer que él ama, ver un primer plano de Emilio llorando a su hermana. Huye esquivando a toda la prensa.

Sara está recluida en su finca. No sabe que ya la han descubierto. La pequeña Diana gatea a sus pies, Sara está con su bebé. Llega Guillermo.
--mi amor...
Él la mira con odio.
--¿¿qué ocurre?¡
Guillermo deja la revista en la mesa:
--¿¿¡que es eso que soy tu amante Sara de Calabria?¡ ¿¿cómo pudiste abandonar a tu hijo??
Sara mira la revista llorando:
--¿¿qué es esto?¡
--¡¡lo sé todo...¡ ¡¡ me has estado engañando durante todo este tiempo¡¡
--¡¡no, no te dije mentiras¡
Él llora de rabia.
--¿¿ah no?
Sara le pide a una empleada que se lleve a las niñas.
--¡¡ahora hablaremos¡
Guillermo ha renunciado al amor de Rosaura por ella y le duele su engaño.
--¡¡espero que tengas una buena excusa para mentir¡
Con mucho dolor, Sara dice:
--¿te parece suficiente descubrir que tu marido te quiere matar cuando recién has dado a luz a su hija¡
--¡¡tuviste dos hijos y uno se lo regalaste a Enrique¡
--¡¡mentira... es el hijo de su amante¡
Guillermo le lee lo que dice la revista.
--¡¡mienten¡ ¡¡es el hijo de Blanca, su amante¡¡
--¡por favor... eso es fácil de comprobar¡
--¡¡pero es verdad¡¡¿¿o caso es verdad que me escape contigo porque eras mi amante?
--No, eso no...
--La versión que abandoné a Enrique por mi amante puede ser buena... pero No somos amantes...
--¿y porqué dicen esto?
--Porque a ellos les conviene más que yo sea la mala y no la víctima...
--Conozco a Enrique, él sería incapaz de matarte...
--No es lo que me dijo la reina, me dijo que todo fue cosa de él, que no me quería ni a mi ni a mi hija, que quería que su hijo heredera todo... ¡¡me robaron la fortuna de mi madre¡¡¿¿porqué iba a hacer algo así?
--por tu hijo no es nada raro... Así en cierta manera tapas tus culpas…
--¡¡no es mi hijo¡¡ ¡¡Ves Porque no te dije la verdad?¡¡ ¡¡ni siquiera me crees que yo sólo tuve una hija como ibas a creerme que tu mejor amigo me quiso matar?
--porque conozco a Enrique.
Sara lo mira llorando.
--¿y a mi no me conoces?
--creí que sí pero veo que no...
Sara llora desesperada.
--¡¡Guillermo, la versión que dice la revista si no eras mi amante no se aguanta por ningún lado¡¡
--¡Silvia o Sara, Blanca está desesperada porque su hijo murió¡¡
--¿¿qué? –sorprendida.
--No es eso lo que me dijeron a mí... ¡¡yo te juro que sólo tuve una hija... estaba consciente en todo momento¡¡
--Yo te juro que Enrique está destrozado porque Blanca lo ha dejado, Blanca sufre por su hijo...
--¡¡pero yo leí que ella lo criaba, supuse que ella sabía¡
--¡Ella cree que es tu hijo¡
--¡no puede ser¡
Guillermo agarra su celular.
--¿¿a quien llamas?
A Enrique. Sara tiene mucho miedo.
--¡¡no lo hagas¡
--si no tienes nada que ocultar no hay problemas...
Enrique agarra el teléfono como un loco:
--¡¡porque me has hecho esto traidor, porque me has robado a mi hija¡
--¡escúchame Enrique, esto no es lo que cuenta Sara¡
Ésta se siente valiente, agarra el celular:
--¿¿¡porqué la revista dice que tuve gemelos y abandoné a mi hijo¡? ¡¡Yo sólo tuve una hija, ese hijo es el hijo de Blanca, tu amante¡ ¡¡tu madre me dijo que tú habías ordenado mi muerte y la de mi hija¡¡¡por eso huí¡
--¡¡no seas mentirosa¡
--¿y cómo sé que Blanca es tu amante?
--¡¡ella te lo contó, sé que os peleasteis por eso y caíste por las escaleras y por eso se os adelantó el parto¡¡
--¡¡eso no es verdad...¡¡ ¡¡¿ Blanca te dijo eso?¡ --Sara sorprendida.
--en realidad no, ella siempre creyó que le robaron a su hijo.
--¡¡porque es la verdad¡ ¡¡Ella ha criado a vuestro hijo sin saberlo¡
Como la versión de la reina y la de Sara no coinciden, Enrique quieren que vaya pero Sara se niega. Va Guillermo. Sara le suplica que no vaya pero Guillermo la mira con dureza y se va.
--dime que vas a volver…
Ambos tienen los ojos llorosos. Él no contesta. Está enfadado y ella se queda triste.

Mientras Enrique decide enfrentar a su madre. La busca en la biblioteca. Letizia está ante el retrato de su esposo al que le suele hablar. Sin saber que su hijo ha entrado la reina delata todas sus maldades:
--¡¡por fin me vengué, Enrique me va a creer a mí, nunca imaginará que yo planeé todo, que yo mandé matar a su esposa, y a su hija, que le hice creer que el hijo de la zorra de su amante está muerto. Nunca imaginará que la mujer que enterró como su esposa es una cualquiera que yo mandé matar para tener el cadáver de una princesa que enterrar... Cuando él hable con Sara a ésta ya la habrán matado bajo mis órdenes y también a su amigo. Y lo peor es que culpará de todo a tu bastardo... creerá que su mejor amigo le robó la mujer y ni siquiera sabrá que es tu hijo, que Guillermo es hijo tuyo y esa fulana con la que me engañaste toda tu vida¡¡ ¡¡y lo odiará hasta muerto, odiará a tu hijo y eso será mi venganza por todos estos años de dolor que me has hecho pasar¡
Enrique está muy impresionado por todo lo que ha oído, lo que más le impresiona es que su amigo sea su hermano:
--¿¿¡¡como que Guillermo es mi hermano?
La reina enloquece al ver que su hijo la ha descubierto.



Capitulo 43






Guillermo apaga la ducha. Se da cuenta del error que ha cometido y aunque no está enojado sí quiere dejar las cosas claras a Emilio aunque está seguro que Emilio no puede querer nada con él por el "parentesco" que los une.
--espera, que ahora salgo.
Emilio oye como ha apagado la ducha y sufre una fuerte decepción.
--lo sabía, era demasiado bonito para ser verdad... bueno, almenos lo he gozado....
Aunque está triste porque Guillermo supondrá para él otro amor que va a tener que va a tener que tragarse como le ha pasado siempre pero algo lo excita. Con cara de pillo piensa:
--tiene que salir...
Con deseo sus ojos se clavan en el boxer usado de Guillermo, sonríe porque lo vera desnudo una vez más.
--será la última, lo sé --dice triste.
Le gustaría poder inmortalizar ese momento pero ya que es imposible almenos se dispone para gozar por un momento más de la desnudez del guapísimo amante de su hermana y padre de su futuro sobrino con la intención de congelar de la retina esa impresionantemente bella y hermosa estampa. Aunque está seguro que Emilio es un pobre muchacho que no le haría ningún daño, a Guillermo tampoco le gusta ponerle cachondo por nada y por el tono de voz, por sus ganas de entrar ha sentido su deseo. Sale del baño todo mojado empapándolo todo. No había preparado la toalla.
--como no haya que papelón --piensa que por las prisas no lo ha comprobado.
Prefiere que Emilio no le vuelva a ver desnudo. Por suerte sí la hay. Se la pone en la cintura, sale todo mojado. Emilio está a mil cuando ve que se abre la puerta. Se espera para lo mejor. Guillermo se da cuenta que ha hecho bien en cubrirse, por el rostro de decepción de Emilio se da cuenta que esperaba verlo desnudo. Aunque no piensa decirle nada es algo que a la pareja de Sara le incomoda. Pese a que de entrada le ha dado pena no verlo desnudo le excita igual lo que ve. Pelo húmedo, con el pecho todo lleno de agua. Le excita mucho ver sus pezones relucientes, ese poco pelo de vello en el pecho mojado. A Guillermo no le gusta la gran excitación de Emilio y no tiene ganas de decirle nada pero espera que se le pasa pronto.
--¿te ocurre algo?
Emilio mira a Guillermo hechizado por su suprema belleza:
--No, nada --jadea.
Aunque está nervioso e incómodo, Guillermo prefiere hacer el que no sabe.
--¿no querías ir al baño?
Emilio no se quiere ir, en realidad lo que espera es que Guillermo se desnude ante él.
--si bueno, sólo era un momento...
Emilio entra en el baño, piensa en que excusa poner para estar en seguida en el cuarto y no da tiempo a Guillermo a haberse vestido. Sonríe pícaro. Arranca un poco de papel de baño y sale como si se sonara los mocos. Espera encontrarse a Guillermo totalmente desnudo, se prepara para disfrutar de nuevo de una vista de lo mejor. Pero esta vez tampoco le sale bien, Guillermo sigue con la toalla. En una pequeña bolsa de viaje que ha traído ha sacado unos calzoncillos limpios que Emilio mira con deseo.
--¿ya está? --le pregunta Guillermo.
Emilio hace que sí con la cabeza. Con los calzoncillos en la mano, Guillermo agarra el resto de su ropa y entra en el baño. Está vez si se encierra.
--ni modo --dice Emilio resignado.
Los boxers usados de Guillermo son una tentación muy fuerte, le da miedo tomarlos y que en ese momento su casi cuñado salga del baño. Aunque le gustaba más desnudo Emilio tiene que reconocer, no sin culpa por su hermana y su futuro sobrino, que Guillermo cada día le gusta más. Esos jeans le hacen un trasero que a Emilio le vuelve loco.

Aunque se muestra amable, Guillermo evita tocarlo. Emilio se da cuenta que ese chico tan guapo y que tanto le gusta es más reservado con él así que intenta hacer un esfuerzo para que no se le note tanto lo mucho que le gusta. Por su lado, aunque no le es fácil porque le incomoda, Guillermo hace un esfuerzo por ser amable:
--¿estás muy cansado o vamos a cenar?
--¿juntos?
Emilio está que salta de una pata.
--si claro, te tienes que alimentar bien. Aunque tal vez nos puedan subir la cena...
--¡¡no... no...¡¡ ¡¡tengo ganas de salir...¡
Guillermo le sonríe y Emilio suspira enamorado. Finalmente se quedan en el restaurante del hotel. Emilio está feliz de tener a Guillermo para él solo, le excita que sus piernas se toquen aunque Guillermo trata de evitarlo la verdad es que el espacio es reducido. Cenan algo rápido. No dicen nada durante la cena, pero a Emilio ya le hace feliz estar al lado de ese chico tan guapo. Es parte de su sueño, estar rodeado de galanes. Después de cenar Guillermo le pregunta:
--¿quieres acostarte o vamos a dar una vuelta?
--¡¡quiero salir¡
Emilio está feliz de continuar su paseo con Guillermo y aunque éste se muestra distante Emilio lo siente como si fueran una pareja de novios y eso lo tiene entusiasmado.
--de todas formas tampoco mucho rato... Mañana hay que madrugar...
--¿así?
--¿o es que tú te quedas?
Emilio hubiera quedado quedarse más día
--bueno, si te quieres quedar te dejo bien acompañado pero yo me voy a primera hora posiblemente antes de que tú te despiertes...
--¡¡no, no… vengo contigo¡
Guillermo no le dice nada pero no le gusta lo enganchado que vi a Emilio con él. Guillermo le sonríe y Emilio suspira enamorado. Los dos dan una rápida vuelta por los alrededores del hotel antes de volver a su cuarto. Guillermo se tumba sobre la cama vestido. Sólo se desabrocha los pantalones. Emilio que no le pierde detalle se queda muy excitado.
--buenas noches --Guillermo.
--buenas noches --jadea Emilio .
Guillermo está muy cansado y se queda en seguida dormido. Emilio está demasiado exaltado para dormir. Mira ese cuerpo en la oscuridad, ahora puede mirarlo sin temor. Se excita recordándolo desnudo. Está cansado y no quiero dormir porque quiere alargar al máximo ese momento de intimidad entre los dos. Está seguro que un momento así no se volverá a repetir. Le da pena pensar que en cuanto despierte cada uno seguirá su camino. Es casi al amanecer cuando Emilio cae vencido por el sueño. Justo poco antes que Guillermo se despierte. Éste se prepara para ducharse y cambiarse de ropa sigilosamente. Le tranquiliza que Emilio duerma. Lo mira con pena:
--espero que pueda verme como un hermano y que Sara no llegue a saber nunca que le gusto y eso no me cree problemas...

Al llegar a la finca, mientras se bajan del auto, Triste Emilio le dice:
--así que esto es la despedida ¿no?
Guillermo no quiere que Emilio lo pase mal por él, le da una palmada a Emilio en el hombro que lo excita más de lo que quisiera Guillermo:
--bueno supongo que nos visitarás y nos veremos como siempre...
--si claro...
Guillermo entra en la casa y Emilio lo contempla derretido. Le encanta ese chico.
--¡que culo¡ --piensa.




Blanca, por otro lado, llora todos los días en la tumba de su hijo muerto. Eso y el cuidado del pequeño Enrique son su mundo. Enrique le dice que la ama una y otra vez pero ella lo rechaza y sufre porque siente que la ha perdido y no sabe cómo recuperarla. Se desahoga con Guillermo con el que habla en secreto todos los días. Le reina Letizia trata de sacar información de Guillermo a su hijo para acabar con Sara pero Enrique, sin saber que su madre busca a su esposa y a su hija para matarlas.





Meses después… Sara da a luz. Guillermo está a su lado. Los dos lloran al recibir a su pequeña. Mientras revisan a la pequeña, Guillermo sale para comprar muchas flores y peluches de color rosa. Cuando Guillermo llega al hospital. Emilio está en la habitación con su hermana. Sara tiene ya a la bebé en brazos. Emilio abraza al feliz papá y los deja solos.
--vuelvo en la tarde...
Los amantes no le hacen caso.
--es tu hija... –Sara.
Guillermo llora, acaricia a su hija.
--hija, mi hija...
--¿porqué has tardado tanto?
Guillermo solo tiene ojos para su hija y su amada y olvida los regalos:
--la puedo tomar en brazos?
--si claro... es tu hija.
Guillermo llora al tener a su hija en brazos, esa hija que es una parte de él y representa el momento más feliz junto a Sara en medio del mar y un futuro juntos como familia.
--gracias, gracias por este maravilloso regalo.
Guillermo se sienta en la cama al lado de su esposa con la bebita en brazos. Besa a Sara:
--mi amor…
Llora emocionado:
--que linda es...
Sara llora al ver a su amado con la hija que ella le ha dado. Esa hija que está segura que los unirá para siempre...
--¿cómo la vamos a llamar?
--Gracia Del Mar... ¿te parece? --dice ella.
--Si claro...

Un par de días después, como un matrimonio más, Sara con su hija en brazos y Guillermo salen del hospital. Un paparazzi que estaba pendiente de la supuesta relación de Emilio y Guillermo la ha descubierto les hace fotos a escondidas. Esa foto es la portada de una de las revistas del corazon más importantes "Hasta luego". Con la foto de la pareja con su bebé está el titular: La princesa de Calabria está viva y con un subtitulo que vive con un hombre que ha tenido una hija. El paparazzi habla de lo que ha descubierto. Que Guillermo es íntimo de Emilio, que es la hermana de Emilio , que se llama Sara y no Silvia como hace creer, que tiene documentación falsa. La versión es que abandonó a su marido por otro hombre y la Casa Real fingió su muerte pero no sabe bien que pasa con esos hijos, la revista dice que tal vez tuvieron gemelos y se quedaron uno cada uno.

Capitulo 42



Con la participación muy especial de Cristiano Ronaldo



Ronaldo se acerca a ellos, malinterpreta el gesto de cariño de Guillermo. Se siente algo incómodo. Tose.
--ejem...
Guillermo se pone al lado de Emilio para esperar que lo presente. Dispone su mejor sonrisa.
--perdón, no os quería interrumpir... –Ronaldo tímido.
Por las miradas de Ronaldo a Emilio los cuñados se dan cuenta que ha malinterpretado la escena. A Guillermo no le hace gracia, sí a Emilio . Es un sueño que le gustaría que fuera realidad. Emilio sonríe a su hermano. Ronaldo mira inquisitoriamente a Guillermo. Éste para sacar a Ronaldo de su malentendido le extiende la mano mientras le dice:
--Me llamo Guillermo soy el ...
Emilio lo interrumpe:
--es un amigo...
Guillermo mira molesto a Emilio porque así no aclara las cosas más al contrario. Ronaldo mira a Guillermo no muy contento de conocer a otro gay. Tiene miedo de lo que la prensa pueda decir de él relacionándolo con una pareja de homosexuales. Emilio mira a Guillermo enamorado:
--ojala fuera cierto lo que piensa Ronaldo --dice Emilio para sí.
Guillermo enseguida aclara las cosas:
--No esa clase de amigo. En realidad trabajo en una de sus fincas... Soy casado y tengo una niña, pronto voy a ser papá de nuevo...
Ronaldo fuerza una sonrisa aunque se queda más tranquilo. No le apetece conocer a un novio de Emilio
--que bueno... --dice Ronaldo tampoco muy interesado.
Los dos guapos encajan sus manos. Luego Ronaldo se dirige a Emilio:
--ven, que el doctor quiere verte. Te tiene que preparar para la operación...
Emilio mira a Guillermo:
--ya te puedes ir, gracias por acompañarme...
--bueno, nos regresaremos juntos... Yo te espero... --Guillermo.
Emilio le sonríe. Guillermo lo abraza, Emilio vibra.
--sé que todo saldrá bien...--dice Guillermo muy cariñoso.
A Mariana no le gusta ver a su hermanastro interesado en un hombre que vive con Sara, se muestra incómodo.
--vamos ya...
Ronaldo se adelanta, Mariana se va abrazando a su hermanastro por los hombros. Cuando ya han dejado atrás a Guillermo, Mariana le pregunta a su hermanastro:
--¿te gusta?
Emilio se pone nervioso:
--¿¿¡quien?¡
--no te hagas... Guillermo...
--¡¡eso ni lo digas...¡
--bueno, pero es que cómo lo miras...
--¡¡Es el marido de nuestra hermana¡
--pero te gusta...
--Sabes que no lo conozco mucho... Me gustan los hombres y punto... Si alguno me parece guapo pues lo miro pero no es para mí... lo sé...
Mariana lo mira con cariño:
--no me gustaría que te hicieran daño...
--Mira no te enojes pero no estoy acostumbrado a hablar de estas cosas y no es que me moleste pero ahora no es el momento...
Mariana le sonríe:
--tienes razón...

Aprovechando que queda solo, Guillermo llama a su chica desde su celular.
--si ya estamos en el hospital... Emilio está con Ronaldo y Mariana...
--¿has hablado con él? --le pregunta Sara visiblemente nerviosa.
--¿con el futbolistas? No, no mucho... Se pensó que era el novio de tu hermano...
Sara se ríe al ver que nadie sospecha quien es en realidad.
--¡¡no te rías, pasé un mal rato¡ --dice el otro molesto.
Sara se queda más tranquila ya que se da cuenta que su secreto está, por el momento a salvo. Amorosa con su pareja le dice:
--no te enojes, fue un malentendido sin importancia... --seductora-- cuando estemos de nuevo juntos me podrás demostrar lo macho que eres...
Guillermo sonríe:
--te amo... quisiera que estuvieras aquí conmigo...
--No puedo dejar a Diana sola, además un viaje tan largo en mi estado...
--tal vez tengas razón pero te echo de menos...
Sara le manda mucho besos y le dice muchas veces que lo ama. La pareja se muestra muy cariñosa:
--yo también te amo... cuídate...
--¿no regresas aún?
--si yo me quedo, regresaremos juntos... Te llamo cuando todo esté... cuídate... besos... besos a mi niña y a nuestro bebé... te amo...
Guillermo se muestra muy enamorado mientras se despide de Sara.







Horas después…A Emilio le excita estar a su lado en el auto. Llegan juntos al hotel. Guillermo está muy cansado.
--Necesito una ducha.
Y se desnuda sin ningún pudor ante Emilio que se pone palo. Éste casi se desmaya al ver al guapo amante de su hermana con todos sus encantados al natural, tal y como siempre quiso verlo. Es su mejor estampa eroticosexual que ha visto en su vida. Guillermo le muestra un desnudo frontal, no se da cuenta de cómo Emilio clava su mirada en sus genitales devorándolos con los ojos. A Emilio le excita mucho verlo caminar, verle el trasero mientras desaparece al baño. Oír que se ducha... Verlo duchándose sería ya lo más... Guillermo ha ajustado la puerta pero no la ha cerrado, a Emilio lo devora el fuego. Se acerca al baño. Pase lo que pase desea verlo desnudo un rato más. Un fuego lo consume, desearía desnudarse ante él, besarlo, hacer el amor... Es un deseo que le cuesta mucho controlar, que lo está enloqueciendo por segundos de lo mucho que le ha gustado la bella vista que el guapo Guillermo le ha ofrecido para su deleite y disfrute.

Emilio se siente excitado como nunca luego de ver desnudo al amante de su hermana. La visión del cuerpo de Guillermo sin ningún tipo de secretos se le repite una y otra vez, el pantalón se le va a romper. Se ha puesto palo.
--¡¡es la criatura más bella del mundo¡
Guillermo se está duchando, se excita aún más imaginándoselo desnudo y con todo el cuerpo mojado y lleno de jabón. Ese pensamiento casi lo hace explotar.
--¡¡tengo que volver a verlo¡
Emilio se acerca a la puerta que está entreabierta. Puede ver un poco a Guillermo enjabonando su cuerpo pero no se le ve ninguna parte "importante". Ninguna de las partes que ya ha visto antes. Ya son muchos meses sin sexo. Ahora ya no puede más. Desea acostarse con ese chico tan guapo, con Guillermo. Está apunto de abrir la puerta pero algo lo retiene:
--¡¡no, no... es el marido de mi hermana¡¡ ¡¡y ha sido muy amable conmigo, no lo puedo hacer enojar.
Pero el deseo a volver a verlo desnudo es más fuerte que nada:
--¡¡no, no puede ser … bueno una vez y ya está¡¡ ¡¡aunque claro, mejor una vez que nada¡¡ ¡¡además ¿y si por estar pendiente de volver a verlo desnudo se enoja conmigo y ya no quiere ser más mi amigo?¡ almenos ahora lo vi desnudo y tengo la esperanza que quiera ser mi amigo¡¡
Emilio se queda mirando por el entreabierto de la puerta. Que si una pierna, que si un brazo... Se pone muy cachondo imaginándolo todo completo.
--¿y si entro y me hago el tarado? sólo sería un momento y me disculpo... el gusto ya me lo he dado...
Va a entrar pero algo lo retiene y es que se debate entre el deseo y el respecto:
--ya lo vi desnudo, tampoco hay que abusar. No quiero que él piense que soy un pervertido y que sólo pienso en sexo, que no lo valoro a él por lo que es sino por su cuerpo desnudo.
Guillermo remoja sus ideas, sus pensamientos. Ha vivido sólo pendiente de Sara y de su hija y se le hace extraño estar lejos de ella. No se acostumbra. Está tan metido en su mundo que no se ha dado cuenta de lo cachondo que ha puesto a Emilio . Éste desearía estar en esa ducha con Guillermo y vivir con él todas las cosas lindas que siempre soñó vivir con un tío bueno como él pero sabe que Guillermo se enojaría y pero de repente sonríe con mirada de depravado y dice:
--¿y sí él quiere? Él sabe que soy gay y que me iba a gustar verlo desnudo... ¿y si me puso cachondo para probarme?¿y sí me está esperando para que le haga cositas ricas que mi hermana no lo hace?
Ese sola idea ya le causa tanto placer que su cuerpo lo traiciona y explota, es una explosión de sumo placer que no puede controlar. Sale un jadea de su garganta que trata de ocultar. Aunque no está seguro que es, Guillermo oye algo.
--¿¿Emilio eres tú??
Emilio se pone muy nervioso. Cruza los dedos, cierra los ojos:
--¡sí, soy yo¡
Emilio está muy ansioso, espera que Guillermo lo invita a pasar.
--¿quieres entrar?
Emilio alza las manos en señal de victoria pensando en que verá a Guillermo desnudo en la ducha y en todas las cosas que le gustaría hacerle y que le hiciera.

Capitulo 41









Guillermo y Sara están solos en su recámara. Él lleva a la bebita en brazos.
--voy a acostar a la pequeña...
El guapo hombre va en boxers, deja a la pequeña en la cunita, en la habitación de al lado. Sara se queda sola. No puede disimular su angustia, que Guillermo esté en Madrid con Ronaldo es algo que la pone nerviosa porque lo puede hacer objeto de la prensa, puede descubrirse todo. El bebé hijo de Guillermo que se nutre de ella le da fuerzas pero el temor está y prefiere que no descubra nada. Guillermo se acerca a ella.
--hola... ¿estás ahí? --le pregunta él con cariño al verla ausente.
Ella fuerza una sonrisa. Lo mira con amor, también con deseo. Le gusta mucho verlo desnudo. Guillermo se sienta en su cama.
--¿¿qué te pasa?
--No nada...
Él la acaricia, la besa en las manos:
--No me mientas... ¿qué te ocurre?
--Nada, es que estoy algo cansada...
Guillermo la besa:
--¿seguro?
--si claro...
Él le besa el vientre a su amante, le habla al bebé:
--ahora campeón, ¿cómo está todo por ahí?
Sara está muy emocionada, le acaricia la cabeza a él:
--bueno, a lo mejor no es un campeón sino una campeona...
Guillermo sin dejar de acariciar el vientre él le dice a ella:
--bueno pues voy a querer mucho a nuestra princesita aunque ya tenemos la niña, ¿no te gustaría tener la parejita?
Ella lo besa muy enamorada:
--yo lo que quiero es que venga bien, tener ese hijo que nos unirá para siempre...
Guillermo agarra su mano y la de ella y se la pone en el pecho a ella:
--nosotros estamos unidos ahora, Diana es nuestra hija. Nada va a cambiar porque ese nuevo bebé lleve nuestra sangre...
--¿de verdad no te importa tener un hijo tuyo?¿de tu propia sangre?
Guillermo es muy dulce con ella:
--mi amor, nuestra princesa estuvo en mis brazos desde que nació... la sentí mi hija des del primer día... No creo que vaya a ser diferente porque lleve mi sangre aunque sí me hace ilusión ver como te crece la panza día a día, ver como poco a poco como te pones gorda y estar junto a ti cuando nace nuestro campeón o nuestra princesa...
Él la besa a ella en los labios, la besa en el vientre. A Sara le pone nerviosa que habla de sus hijas como princesas. Sabe que lo dice en sentido figurado, que no imagina que son princesas de verdad.
--¿porqué los hombres tenéis la manía de decir al niño campeón y a la niña princesa?
Guillermo la mira tímido:
--no sé... pero ¿eso importa?
Ella lo besa enamorada:
--no claro que no... sólo me importas tú, mi hija y el bebé...
Los dos se miran con amor, con deseo. Él se baja el boxers. Se coloca sobre la mujer y le hace sentir todo su cuerpo. Ambos tiemblan de deseo. Ella se aferra a él. Ama a ese hombre, le atrae ese cuerpo. Con Guillermo está gozando como nunca del amor y del sexo. Él la va desnudando mientras la besa delicadamente por todo el cuerpo.
--mió... eres mío --jadea ella que le encanta sentirlo adentro.
--te amo... te amo --jadea él mientras va clavando su dura y gorda lanza en la mujer muy delicadamente.


Sara exprime al máximo el cuerpo de su amando. Ha hecho el amor con Guillermo como si fuera la ultima vez. Aunque no se atreve a decirlo le gustaría pedirle que no se vaya. Tiene miedo que en Madrid se entere de su verdadera identidad pero no le dice nada porque teme delatarse. Lo ha amado en silencio con la angustia de temer no volver a verlo. Guillermo sale de la cama totalmente desnudo:
--no te vayas todavía --dice ella abrazándolo.
--tengo que irme...
--no me gusta quedarme sola...
--No puedo dejar a tu hermano solo...
--es por el bebé... quiero tener un embarazo tranquilo...
Guillermo besa el vientre de su amada:
--pues por eso iré yo.
Guillermo se mete rápidamente en la ducha. Sara se levanta mientras su cuerpo se llena de jabón, de agua. Mira a su amante con deseo. Lo ama, lo deseo y teme perderlo. Él sonríe.
--¿qué te ocurre?
--si te pido algo lo harás sin preguntar?
--mientras no me pidas que me quede...
Aunque le gustaría sabe que no le conviene:
--no, no es eso...
--Pues dime, que ocurre...
--cuando estés en el hospital, no les hables de mi, Ni menciones que venimos de Ascott... sobretodo que nadie sepa que estoy viva.
Él la mira sorprendido:
--¿porque...? parece que nos escondemos como unos delincuentes...
Sara está muy asustada, teme que se descubra la verdad pero tiene que ocultarlo:
--él es un futbolista conocido, se podría infiltrar la prensa...
Guillermo se ha dado una rápida ducha sale todo mojado y reluciendo cuerpazo. Lo moja todo. Sonríe a su chica.
-- te aseguro que a la prensa le interese lo que hagamos...
--por favor... –le suplica.
Él sonríe. No le puede negar nada. La besa, la acaricia:
--espero que no me ocultes nada... no me gustan que me mientan.
--ya hemos hablado de esto muchas veces...
--pero no te acabo de entender...
Sara se pone nerviosa. Él se empieza a vestir:
--pero tranquila, será todo como tu digas...
La pareja sale de la casa abrazada. Sara despide a su amado en el auto. Lo abraza fuerte. Por dentro sufre pensando que pueda ser la última vez que lo ve. Guillermo se aleja sin sospechar lo angustiada que deja a su amada.

Guillermo va a recoger a Emilio . Juntos parten hacia Madrid. Emilio más que nunca siente lo atractivo que es su cuñado. Su perfume, el contacto con sus piernas lo excita. Guillermo se muestra muy simpático. Le va haciendo preguntas tipo: "nervioso?, preocupado?" pero Emilio responde sólo con monosílabos porque tiene miedo de hablar de algo que delate a su hermana. Guillermo pone su mano en el muslo del nervioso Emilio :
--no estés tenso... todo saldrá bien...
Emilio se estremece. Es bastante enamoradizo y se siente muy solo y la verdad es que un hombre como Guillermo le haría muy feliz. Guillermo trata de hablar con Emilio pero los nervios de Emilio hacen imposible la conversación. LLegan a tiempo de dormir un poco. Van a un hotel cerca del hospital. Piden habitación doble. Aunque se siente culpable por su hermana, a Emilio le encantaría ver desnudo a ese hombre tan atractivo pero Guillermo se tumba en la cama vestido.
--es mejor que descansemos...
Guillermo se queda dormido en seguida. Emilio se acerca a él:
--que guapo es él... todas tienen suerte menos yo...
Emilio no duerme en toda la noche no hace más que velar el sueño del guapo Guillermo lamentándolo no haberlo visto desnudo, que esté con él por su hermana y no por él. Guillermo es muy amable en todo momento con Emilio .
--¿qué tal has dormido? --le pregunta al amanecer.
Emilio lo mira a los ojos. Ese rostro que tiene cerca le gusta mucho.
--bien --dice nervioso.
Guillermo le pone la manos en los hombros sin sospechar cómo lo está deseando.
--ven, ya nos tenemos que ir...
--¿no vas a desayunar?
Guillermo le guiña el ojo:
--No, por solidaridad contigo
Emilio suspira fascinado. Se van los dos juntos. Guillermo abraza a Emilio por los hombros a la entrada a la clínica. Emilio vibra en brazos de su guapo cuñado. En el interior de la clínica Ronaldo y Mariana están al pendiente de la llegada de Emilio .

Emilio y Guillermo llegan juntos al hospital, Guillermo lo tiene abrazado por los hombros. Es muy cariñoso con él, le habla para que esté tranquilo.
--Yo he oído que este tipo de operaciones no tienen ningún riesgo para el donante. Todo va a salir bien,...
La sonrisa de Guillermo estremece a Emilio , lo hace suspirar. Sus labios lo llaman, le gustaría besarlo pero una vez más tiene que frustrar sus sentimientos.
--el premio se lo llevó otra --dice para sí con tristeza.
Le consuela el hecho que esa belleza sea la pareja de su hermana:
--así almenos no lo pierdo de vista --dice Emilio para sí.
Guillermo mira a Emilio :
--¿qué te ocurre?¿te sientes bien?
Emilio fuerza una sonrisa:
--son los nervios...
Guillermo sonríe, le acaricia la cabeza a su cuñado fraternalmente haciéndolo gozar mucho y le dice:
--todo va a salir bien...