miércoles, 17 de marzo de 2010

Capitulo 41









Guillermo y Sara están solos en su recámara. Él lleva a la bebita en brazos.
--voy a acostar a la pequeña...
El guapo hombre va en boxers, deja a la pequeña en la cunita, en la habitación de al lado. Sara se queda sola. No puede disimular su angustia, que Guillermo esté en Madrid con Ronaldo es algo que la pone nerviosa porque lo puede hacer objeto de la prensa, puede descubrirse todo. El bebé hijo de Guillermo que se nutre de ella le da fuerzas pero el temor está y prefiere que no descubra nada. Guillermo se acerca a ella.
--hola... ¿estás ahí? --le pregunta él con cariño al verla ausente.
Ella fuerza una sonrisa. Lo mira con amor, también con deseo. Le gusta mucho verlo desnudo. Guillermo se sienta en su cama.
--¿¿qué te pasa?
--No nada...
Él la acaricia, la besa en las manos:
--No me mientas... ¿qué te ocurre?
--Nada, es que estoy algo cansada...
Guillermo la besa:
--¿seguro?
--si claro...
Él le besa el vientre a su amante, le habla al bebé:
--ahora campeón, ¿cómo está todo por ahí?
Sara está muy emocionada, le acaricia la cabeza a él:
--bueno, a lo mejor no es un campeón sino una campeona...
Guillermo sin dejar de acariciar el vientre él le dice a ella:
--bueno pues voy a querer mucho a nuestra princesita aunque ya tenemos la niña, ¿no te gustaría tener la parejita?
Ella lo besa muy enamorada:
--yo lo que quiero es que venga bien, tener ese hijo que nos unirá para siempre...
Guillermo agarra su mano y la de ella y se la pone en el pecho a ella:
--nosotros estamos unidos ahora, Diana es nuestra hija. Nada va a cambiar porque ese nuevo bebé lleve nuestra sangre...
--¿de verdad no te importa tener un hijo tuyo?¿de tu propia sangre?
Guillermo es muy dulce con ella:
--mi amor, nuestra princesa estuvo en mis brazos desde que nació... la sentí mi hija des del primer día... No creo que vaya a ser diferente porque lleve mi sangre aunque sí me hace ilusión ver como te crece la panza día a día, ver como poco a poco como te pones gorda y estar junto a ti cuando nace nuestro campeón o nuestra princesa...
Él la besa a ella en los labios, la besa en el vientre. A Sara le pone nerviosa que habla de sus hijas como princesas. Sabe que lo dice en sentido figurado, que no imagina que son princesas de verdad.
--¿porqué los hombres tenéis la manía de decir al niño campeón y a la niña princesa?
Guillermo la mira tímido:
--no sé... pero ¿eso importa?
Ella lo besa enamorada:
--no claro que no... sólo me importas tú, mi hija y el bebé...
Los dos se miran con amor, con deseo. Él se baja el boxers. Se coloca sobre la mujer y le hace sentir todo su cuerpo. Ambos tiemblan de deseo. Ella se aferra a él. Ama a ese hombre, le atrae ese cuerpo. Con Guillermo está gozando como nunca del amor y del sexo. Él la va desnudando mientras la besa delicadamente por todo el cuerpo.
--mió... eres mío --jadea ella que le encanta sentirlo adentro.
--te amo... te amo --jadea él mientras va clavando su dura y gorda lanza en la mujer muy delicadamente.


Sara exprime al máximo el cuerpo de su amando. Ha hecho el amor con Guillermo como si fuera la ultima vez. Aunque no se atreve a decirlo le gustaría pedirle que no se vaya. Tiene miedo que en Madrid se entere de su verdadera identidad pero no le dice nada porque teme delatarse. Lo ha amado en silencio con la angustia de temer no volver a verlo. Guillermo sale de la cama totalmente desnudo:
--no te vayas todavía --dice ella abrazándolo.
--tengo que irme...
--no me gusta quedarme sola...
--No puedo dejar a tu hermano solo...
--es por el bebé... quiero tener un embarazo tranquilo...
Guillermo besa el vientre de su amada:
--pues por eso iré yo.
Guillermo se mete rápidamente en la ducha. Sara se levanta mientras su cuerpo se llena de jabón, de agua. Mira a su amante con deseo. Lo ama, lo deseo y teme perderlo. Él sonríe.
--¿qué te ocurre?
--si te pido algo lo harás sin preguntar?
--mientras no me pidas que me quede...
Aunque le gustaría sabe que no le conviene:
--no, no es eso...
--Pues dime, que ocurre...
--cuando estés en el hospital, no les hables de mi, Ni menciones que venimos de Ascott... sobretodo que nadie sepa que estoy viva.
Él la mira sorprendido:
--¿porque...? parece que nos escondemos como unos delincuentes...
Sara está muy asustada, teme que se descubra la verdad pero tiene que ocultarlo:
--él es un futbolista conocido, se podría infiltrar la prensa...
Guillermo se ha dado una rápida ducha sale todo mojado y reluciendo cuerpazo. Lo moja todo. Sonríe a su chica.
-- te aseguro que a la prensa le interese lo que hagamos...
--por favor... –le suplica.
Él sonríe. No le puede negar nada. La besa, la acaricia:
--espero que no me ocultes nada... no me gustan que me mientan.
--ya hemos hablado de esto muchas veces...
--pero no te acabo de entender...
Sara se pone nerviosa. Él se empieza a vestir:
--pero tranquila, será todo como tu digas...
La pareja sale de la casa abrazada. Sara despide a su amado en el auto. Lo abraza fuerte. Por dentro sufre pensando que pueda ser la última vez que lo ve. Guillermo se aleja sin sospechar lo angustiada que deja a su amada.

Guillermo va a recoger a Emilio . Juntos parten hacia Madrid. Emilio más que nunca siente lo atractivo que es su cuñado. Su perfume, el contacto con sus piernas lo excita. Guillermo se muestra muy simpático. Le va haciendo preguntas tipo: "nervioso?, preocupado?" pero Emilio responde sólo con monosílabos porque tiene miedo de hablar de algo que delate a su hermana. Guillermo pone su mano en el muslo del nervioso Emilio :
--no estés tenso... todo saldrá bien...
Emilio se estremece. Es bastante enamoradizo y se siente muy solo y la verdad es que un hombre como Guillermo le haría muy feliz. Guillermo trata de hablar con Emilio pero los nervios de Emilio hacen imposible la conversación. LLegan a tiempo de dormir un poco. Van a un hotel cerca del hospital. Piden habitación doble. Aunque se siente culpable por su hermana, a Emilio le encantaría ver desnudo a ese hombre tan atractivo pero Guillermo se tumba en la cama vestido.
--es mejor que descansemos...
Guillermo se queda dormido en seguida. Emilio se acerca a él:
--que guapo es él... todas tienen suerte menos yo...
Emilio no duerme en toda la noche no hace más que velar el sueño del guapo Guillermo lamentándolo no haberlo visto desnudo, que esté con él por su hermana y no por él. Guillermo es muy amable en todo momento con Emilio .
--¿qué tal has dormido? --le pregunta al amanecer.
Emilio lo mira a los ojos. Ese rostro que tiene cerca le gusta mucho.
--bien --dice nervioso.
Guillermo le pone la manos en los hombros sin sospechar cómo lo está deseando.
--ven, ya nos tenemos que ir...
--¿no vas a desayunar?
Guillermo le guiña el ojo:
--No, por solidaridad contigo
Emilio suspira fascinado. Se van los dos juntos. Guillermo abraza a Emilio por los hombros a la entrada a la clínica. Emilio vibra en brazos de su guapo cuñado. En el interior de la clínica Ronaldo y Mariana están al pendiente de la llegada de Emilio .

Emilio y Guillermo llegan juntos al hospital, Guillermo lo tiene abrazado por los hombros. Es muy cariñoso con él, le habla para que esté tranquilo.
--Yo he oído que este tipo de operaciones no tienen ningún riesgo para el donante. Todo va a salir bien,...
La sonrisa de Guillermo estremece a Emilio , lo hace suspirar. Sus labios lo llaman, le gustaría besarlo pero una vez más tiene que frustrar sus sentimientos.
--el premio se lo llevó otra --dice para sí con tristeza.
Le consuela el hecho que esa belleza sea la pareja de su hermana:
--así almenos no lo pierdo de vista --dice Emilio para sí.
Guillermo mira a Emilio :
--¿qué te ocurre?¿te sientes bien?
Emilio fuerza una sonrisa:
--son los nervios...
Guillermo sonríe, le acaricia la cabeza a su cuñado fraternalmente haciéndolo gozar mucho y le dice:
--todo va a salir bien...

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