martes, 9 de marzo de 2010
Capítulo 1
En un pequeño país en la costa inglesa, Ascot, su príncipe heredero, Enrique sale del palacio. Su madre la reina Letizia, de aspecto brusco y con unos grandes aires de grandeza, sale a su paso.
--¿¡¡dónde vas??¡
--Voy a navegar madre...
--Esta noche tenemos la cena con la Princesa de Calabria... No puedes fallar...
--Te he prometido que no fallaría... en la tarde estoy aquí...
Enrique habla mientras camina y la reina lo va siguiendo:
--debes hacer un buen papel... tienes que casarte con su nieta, la vieja Princesa no tardará en morirse y su nieta va a heredarlo todo... Nos interesa...
--le prometí a papá y al abuelo en su lecho de muerte que sería un buen rey cuando llegara el momento y que me dejaría aconsejar por ti incluso en mi boda y eso es lo que voy a hacer... Di mi palabra y la cumpliré...
Aunque a la reina no le gusta nada que le recuerdo a su esposo se siente tranquila con las palabras de su hijo.
--que bueno que lo veas así... Tu matrimonio con la nieta de la Princesa nos va a traer muchas riquezas...
--dicen que la nieta es fea con ganas...
--¿¿y a ti que te importa? ¡¡Le tapas la cara con la almohada, además todos los hombres sois iguales... te buscarás tu amante¡
La mujer habla con amargura.
--¿hablas por experiencia? --pregunta Enrique.
Letizia se enfurece:
--¡¡no me faltes al respecto¡¡
--está bien perdona...
Enrique se quiere ir pero Letizia sigue hablando de la Casa Real de Calabria.
--la que dicen que era muy hermosa era la Princesa Sara de Calabria... Era de mi edad y no era gran cosa...
--Yo vi una foto... era hermosa... ¿y qué pasó con ella?
--Se dejó embarazar de vez a saber quien y tuvo que huir, hablan que se fue a España y que se casó con un muerto de hambre...
--¿y su hijo?¿y si reclama la herencia?
--La princesa de Calabria nunca se lo perdonó a su hija... Nunca ha querido saber de ella ni siquiera cuando murió. Es como si nunca hubiera existido, pero su hijo es ilegítimo no tiene derechos a la corona... Además Leonor de Calabria es la heredera... y tus hijos después...
Enrique se ríe:
--Leonor... ninguna chica con ese nombre puede ser bonita...
--tienen mucho dinero y eso es lo que importa...
--Aunque es una familia trágica... Todas las princesas han muerto jóvenes... Menos la vieja...
A la reina le brillan los ojos:
--mejor... mientras viva lo suficiente para darte un hijo... ¿¿qué más quieres?¡
Enrique besa a su madre:
--eres tan fría... parece que nada te importa con tal de conseguir tus objetivos...
--Ser reina no es fácil... sólo te tengo a ti y tú debes ser como yo...
--bueno ya te dije que sí...
Enrique vuelve a alejarse pero su madre lo sigue llamando:
--¿y vas con tu amiguito?
--Ya sabes que Guillermo es como mi hermano.
La reina se pone como loca:
--¡¡ese muerto de hambre no es nada tuyo¡¡ ¡¡un futuro rey no debe juntarse con gentuza¡
--Es el ahijado de mi padre y él lo quería... me pidió que siempre estuviera a su lado como un hermano...
Enrique no entiende como su madre siempre se pone tan agresiva al hablar de Guillermo. Letizia entra al palacio enojada y Enrique se va.
Enrique está en una embarcación con su amigo Guillermo. Guillermo es un par de años mayor que Enrique. Los dos se llevan como hermanos. Van en bañador y disfrutan del mar. Los dos nadan un buen rato, bucean... Se divierten juntos. luego en cubierta toman el sol. Los dos sentados el uno al lado del otro Guillermo le dice:
--¿te puedo preguntar algo?
Enrique no dice nada pero sonríe:
--somos amigos, creí que había confianza. No sé a qué viene esa pregunta.
--a la reina nunca le gustó que sea tu amigo...
--No le hagas caso a mi madre.
--Precisamente... ¿porqué no me quiere? ¿no se supone que mi madre era aristócrata y por eso disfruto de una buena posición económica? tampoco soy un chico de la calle para que a veces me trate como un perro...
Guillermo y Enrique se miran. Los dos se sienten hermanos y ese cariño se nota.
--tú eres casi mi hermano y aunque mi madre reviente eso nunca va a cambiar y ella lo sabe... Le dejará que domine los aspectos de mi vida que quiera pero ese no...
--¿de verdad vas a casarte con esa princesa que ni conoces? No te parece inmoral?
Enrique por un lado le gustaría decirle que sí.
Enrique y Guillermo están hablando en el yate del primero. Los dos amigos están en bañador. Enrique se levanta y mira hacia el mar. Guillermo va hacia él.
--Tú no te quieres casar con esa tipa tan fea verdad... con Leonor de Calabria...
Enrique sonríe:
--con ese nombre ¿quien va a querer casarse con ella? seguro que es gorda y hasta tiene bigote... Me hubiera gustado conocer a su madre, debió ser una arrogante de cuidado, pensaría en cualquier cosa menos en su hija sino le hubiera buscado un nombre más bonito...
--entonces ¿no te vas a casar con ella?
Enrique no mira a su amigo. Piensa que tal vez para él que no es de la realeza sea difícil entender su punto de vista.
--Soy el futuro rey... cuando muera mi madre yo tendré muchas responsabilidades... Tengo que hacer lo que se espera de mí... Mi país espera que yo sea un buen rey y que les dé una buena reina... No me puedo equivocar...
--¿no te molesta casarte con alguien que no quieres...? ¡es más que ni conoces¡
Enrique ya está resignado:
--es mi destino... yo siempre supe que sería así. En mi familia todas las bodas han sido arregladas y han funcionado... Yo no voy a ser el primero en romper esa tradición...
A Guillermo esa tradición le parece inmoral:
--¡¡alguien tiene que ser el primero¡¡ ¡¡lucha tú¡ ¡¡¿es que no te va a importar obligar a tus hijos a casarse?¡
--si ellos se oponen me tendrán de su lado pero yo juré que me casaría con quien dijera mi madre y eso es lo que haré... Ya está decidido, mi madre piensa que la nieta de la Princesa de Calabria es la mejor opción y yo no voy a discutir eso...
--¿y si se equivoca? porque tu madre no ha sido feliz precisamente...
--a mi me toca la mejor parte, un princesa debe aguantar, callar y ser fiel... Yo puedo tener todas mis amantes... No voy a permitir que nadie me juzgue por eso...
Guillermo se lleva las manos a la cabeza:
--espero que no te equivoques...
--yo también...
Los dos amigos se están poniendo serios. Enrique se levanta.
--venga... a ver quien aguanta más rato bajo el agua...
Guillermo sigue a su amigo pero no cambia de tema:
--menos mal que aunque no conocí a mi madre almenos no me tocó una familia como la tuya...
--ya Guille, yo tengo mis responsabilidades como futuro rey...
--Pues la verdad es que no me das envidia... yo sólo me casaría por amor... No me va eso de un matrimonio por compromiso... ¿no te da pena ella? Que se entregue a ti a la fuerza... y seguro que será virgen...
Enrique mira a su amigo regañón:
--¡tampoco me hagas sentir un violador...¡
--Yo no quise decir eso...
--como sea... Si ella se casa conmigo es porqué quiere... Es porque le interesa tanto que yo sea su esposo como a mí me conviene que sea ella mi esposa... Ella ha sido educada para ser reina... es lo que quiere... El amor no cabrá entre los dos... Ella así lo sabe, así lo acepta... nuestra relación será sólo en actos públicos y para tener un hijo...
--yo puedo entender como una mujer se presta a algo así... Es una forma como la más baja de prostituirse... ¡¡vender su virginidad al mejor poster¡¡
Guillermo está muy escandalizado y Enrique le sonríe:
--así es la vida... Tú por suerte no tienes que casarte con una princesa...
--las princesas son tan tontas... yo nunca estaría con alguien así, que solo quieren un marido de alta posición... yo jamás aceptará a una mujer que se casa con un hombre sin conocerlo, por lo que tiene... ¡¡eso no la trago...¡¡ --guille.
Enrique le pone la manos la mano en los hombros:
--ya olvida eso... vamos a seguir jugando... seguro que...
Guillermo no le deja a Enrique acabar. Él se tira primero.
--¡¡tramposo¡¡ --le dice Enrique mientras se tira detrás.
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