miércoles, 10 de marzo de 2010

Capitulo 9






La petición de mano de Enrique y Sara se celebra por todo lo alto tal y como estaba previsto. En el país es emitido en directo y aunque se celebra a pocos metros de donde está él, Emilio la sigue en el televisor de sus aposentos. Sara se ve radiante con su prometido. Muestra el anillo a la prensa. Ambos están tomados de la mano, muy felices. Parecen una pareja de novios de toda la vida. Sara parece que ha sido siempre princesa que es lo que le sorprende más al hermano. Aunque le duele sentirse desplazado se alegra por ella porque la ve feliz. Delante de las cámaras se produce el primer beso de Enrique y Sara. No es muy apasionado pero sí en los labios. Sara lo mira enamorada y le susurra tocándose los labios:
--mi primer beso... mi primer beso de amor...
Él la mira sorprendido aunque cree que es parte del teatro. Sara no puede evitar una sonrisa y acariciarse el labio con disimulo pensando en el beso que le ha dado su prometido oficial. Está deseando estar a solas con él. Cuando ya se han ido las cámaras, Enrique se aparta de su prometida que hasta el momento ha estado colgada de su brazo. Es muy frío con ella.
--mañana hacemos una visita a los orfanatos como pareja y después del almuerzo me voy --le dice él muy frio.
--¿tan pronto?¿es que no vamos a estar solos? --Sara.
Con desprecio Letizia dice:
--¡¡mi hijo es un príncipe y no va a ser tu amante, así que compórtate como la futura madre del heredero¡¡
Letizia ni se despide de su futura nueva, Enrique se despide de ella fríamente y casi desaparece. Sara se queda con un sabor agridulce en los labios, por un lado ese beso que le ha dado ante las cámaras le sabe a gloria y por otro lado le duele la frialdad con la que se ha ido. Letizia y su hijo están yendo hacia el auto. De repente él le dice a su madre:
--espera un momento... me olvidé algo...
--¿¿¡dónde vas??¡¡ ¡¡no hagas ninguna locura¡¡
Pero Enrique no la escucha y va corriendo hacia el Castillo.
--salió a su padre --dice con rencor-- pero no voy a permitir que por culpa de tener las hormonas alborotadas estropee los magníficos planes que tengo para nuestro futuro...


Enrique entra en el castillo, con la excusa que perdió una pulsera logra recorrer el lugar. De repente por un pasillo la ve a ella. Sonríe y corre hacia ella. Ésta está sorprendida.
--¿¿qué haces aquí?
Él sonríe, la acaricia:
--me gusta que me trates con confianza...
Blanca se siente culpable, siente que está engañando a su amiga. Enrique agarra del brazo a la joven adivinando sus intenciones de huir.
--No te vayas, somos amigos...
Blanca mira a todos los lados. Se siente una mala mujer. Tiene miedo que los vean.
--¡¡esto es una locura¡¡
--Blanca, no hacemos nada malo...
--Enrique --dice ella fascinada por la sonrisa de él.
Aunque recién se conocen ella está atrapada en él y se siente culpable porque le gusta él:
--me gusta como suena mi nombre en tus labios...
Blanca se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡esto es una locura¡¡
--quiero verte --le pide él.
--¡¡No vete...¡ --dice ella empujándolo.
Él nota que a ella le está pasando lo mismo que él. Sonríe divertido:
--no me voy hasta que no prometas que nos veremos esta noche...
Esa sonrisa del príncipe es todo una tentación. Es imposible decirle que no.

Mientras Sara se acerca allá buscando a su amiga para contarle como se siente. Piensa feliz en el beso de su amado, en el anillo que le ha regalado.

Blanca mira tentada a Enrique.
--por favor... quiero hablar contigo... --le pide él.
--¡¡No¡
--quedamos esta noche en algún lado...?
Ella lo mira ofendida:
--¡¡usted es un cochino... yo no soy una cualquiera...¡ ¡¡si es una amante lo que busca de mí se equivocó de persona¡¡ ¡¡no quiero volver a verlo¡¡
Blanca huye del príncipe y éste sonríe cada vez más interesado en ella.

Al cabo de un rato, Sara y Blanca hablan sobre la cama. La princesa está entusiasmada.
--¡¡estoy tan feliz... Enrique es un hombre maravilloso¡ ¡¡no sabes que rico sentí ese beso¡¡ ¡¡quiero tener un hijo conmigo enseguida¡¡ ¡¡me ama tanto como yo a él¡¡
A Blanca le duele sentir que está traicionando a su una persona que la está tratando como a una amiga. Enrique no es el hombre que Sara piensa y Blanca lo sabe. Se siente culpable porque a ella también le gusta pero además sabe que él no toma en serio a ninguna de las dos. Llorosa la dama de compañía de la princesa dice para si:
--se va a casar con ella y se va a divertir con cualquier imbécil que se cruce en mi camino... ¡¡cree que soy una cualquiera¡¡
Esto ofende a Blanca:
--¡¡no lo quiero volver a ver¡ --piensa.
Pero el chico le ha gustado más de lo que quisiera.
--¿¿qué es lo que te pasa? --le pregunta Sara.
Llorosa Blanca le dice:
--No iré a Ascot contigo...
--¿¿cómo?
Blanca se levanta:
--¡¡lo siento, no me preguntes porqué¡
Blanca se va llorando. Siente como si estuviera traicionando a una amiga.
--¡¡no tengo que volver a verlo...¡¡¡no¡

Por otro lado, Enrique sale totalmente desnudo de la ducha. Se seca la cabeza. Se sienta. Sonríe apasionado:
--Blanca... Blanca... Es una chica especial...
Su corazón está palpitando por ella como no ha palpitado por ninguna otra. Todas las chicas que ha conocido le han interesado para pasar el rato de ellas pero Blanca le ha entrado en la piel.
--¡¡Tengo que verla... tengo que verla...¡
Enrique está muy ansioso. busca el teléfono del castillo:
--por favor... con Blanca... soy un amigo...
Blanca toma la llamada:
--¿quien?
Enrique tumbado en la cama es muy dulce con ella:
--hola...
Blanca se sobresalta:
--¡¡¿¡está loco? ¡¡me va a meter en un lío¡¿¿cómo se le ocurre llamarme?¡
--tranquila no me reconoció nadie y no me trates feo... me gusta que digas mi nombre...
La dulzura de él la estremece pero le duele pensar que él sólo se quiera acostar con ella:
--¡¡me han regañado... no podemos recibir llamadas si no es una emergencia¡
--Me estoy muriendo --dice él tierno-- estoy abrasado por el fuego de tu mirada y necesito escuchar tu voz...
--¡voy a colgar... a mí no me gustan los hombres como usted¡¡
--¡¡no... no me hagas esto¡ ¡¡quiero verte antes de irme...¡¡
--¡¡yo no soy una cualquiera¡
Enrique la siente enojada, se sobresalta:
--¡¡ya lo sé, sólo quiero conocerte... vas a vivir en mi casa¡¡
Blanca teme que vaya a cometer una locura si está cerca del príncipe:
--¡no iré a Ascot...¡¡
Eso le duele a él. Su ruego le sale desesperado:
--¡¡no me hagas esto...¡¡
--tú estás equivocado conmigo...
-- te esperaré... sólo como amigos...
Blanca le cuelga, el chico se le ha metido dentro y teme que él la haga romper con todos sus principios. Enrique está muy ansioso, dolido por el rechazo pero por lo mismo cada vez más interesado en ella.


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