miércoles, 17 de marzo de 2010
Capitulo 32
El barco de Guillermo está anclado en el puerto. Sara está en el camarote dando el pecho a su hija. Al lado de Guillermo se siente segura pero ahora que por primera vez desde que comenzó esa aventura se separan tiene algo de miedo pero él le ha asegurado que Glasgow es un país demasiado pequeño como para los busquen allá. Le habla a su pequeña, le dice que todo saldrá bien, que Guillermo es un ser especial, que siempre estará con ellas, que es un ángel que Díos les ha mandado para cuidarlas. De repente se sobresalta.
--¿¿qué haces aquí?
Guillermo sonríe con ternura:
--es mi barco ¿no? --dice divertido.
--si pero creí que tardarías más...
--¿y te molesta? --dice divertido.
Ella se levanta y le da un beso en la mejilla:
--claro que no... te echaba de menos...
Guillermo sonríe está feliz por el beso y por las palabras que le ha escuchado decirle.
-¿y esa sonrisa? --le pregunta ella.
--No nada...
--¿no habrás estado escuchando lo que dije?
Guillermo le guiña el ojo:
--no sería nada malo...
Sara agacha la cabeza:
--que pena contigo...
Guillermo la acaricia en la barbilla:
--me ha gustado saber que soy especial para ti...
Sara se siente incomoda. Para que ella se relaje él dice:
--compré de todo, para la niña, para ti... Espero que no me dejara nada...compré comida, ropa... ¿vienes a verlo?
Los dos van a cubierta. Sara lleva a su hija. Guillermo ha comprado pañales y todo lo que les hacia tanta falta.
--¿está todo?
--todo y más... No sé como agradecerte --dice ella.
--tu tranquilidad lo es todo para mi...
Sara acaricia la cabeza de Guillermo que sonríe enamorado.
--ya hice un contacto y tu pasaporte está en trámite aunque ahora tengo que regresar para llevarle una foto tuya...
--No tengo fotos...
--si ya, el pasaporte tardará un par de días. Además he conseguido unos testigos que asegurarán que Diana Del Mar nació acá y es hija de los dos pero tenemos que ir tú y yo...
--no será peligroso...?
--No, porque te llamas Ana Winted.
A Sara le parece muy confuso tener un nombre para ocultar su falso nombre.
--A tu familia les va a costar saber mi nombre... No creo que a mi me busquen... Alquilé una habitación en un hotel discreto. Así tú y la niña podréis descansar y yo también...
--¿crees que es oportuno?
--No tengas miedo. Nunca haría nada que te lastimara...
--Lo sé... pongo mi vida y la de mi hija en tus manos...
--se te agradece la confianza... Cambia a la niña y ponte un vestido (lleva un chandal de él que le va muy grande)... No debemos llamar la atención...
Sara elige uno de los vestidos que Guillermo le ha comprado.
--espero que te guste...
--sí, pero es demasiado. Todo esto te saldrá muy caro...
--no te preocupes
--te lo devolveré como pueda...
--No me tienes que devolver nada, el dinero es dinero...
--si pero es que tú tienes una vida demasiado sencilla... No te puedes permitir gastar tanto..
--tengo dinero... aunque no lo use... Mi madre me dejó una buena herencia, la mayoría la repartí a varias ONG pero dejé una parte por si me hacia falta y mira por donde ahora me viene bien... no te preocupes de nada... Tú cámbiate que yo me ocupo de la pequeña...
--está bien...
Sara elige un vestido y se encierra en el camarote. Guillermo se ocupa de la pequeña como si fuera su papá. Le cambia el pañal que le han hecho con una camiseta de él. La trata con mucho amor:
--sabes, te llamas como mi mamá...
La niña está contenta con Guillermo que la besa:
--sabes, vas a ser mi hija. Aunque ojala no fuera algo provisional. Ojala tu mamá llegue a enamorarse de mí...
Cuando Sara ya está preparada para bajar, Guillermo ya tiene lista a la pequeña. Juega con ella. Sara lo mira fascinada:
--eres un super papá...
Él suspira enamorado:
--vamos?
Sara agarra a la pequeña mientras que Guillermo recoge las cosas más necesarias. La ayuda a bajar del barco. Van hacia el exterior del puerto:
--recuerda que somos un matrimonio en vacaciones...
Él suspira enamorado y ella lo mira con timidez.
Los dos llegan a un pequeño pero bonito hotel muy cerca del puerto. Se acerca Guillermo:
--somos la familia Winted, acabo de reservar una habitación...
Guillermo se siente feliz jugando ser el marido de Sara, aunque le duele que sea mentira. El botones lo acompaña a la habitación. Cuando están solas, Guillermo le muestra la cuna:
--la compré y pedí que nos la montaran, luego la llevamos al barco y la niña estará más cómoda...
Sara sólo está pendiente de algo:
--sólo hay una cama --dice señalando la gran cama.
--se supone que somos matrimonio... pero tranquila, yo dormiré en la bañera...
Él sonríe pícaro y ella con timidez.
--No me parece. tú tienes que descansar... Si alguien tiene que dormir en la bañera soy yo...
--como crees? Yo no quiero que pienses que me quiero aprovechar de ti... Simplemente no tenemos que llamar la atención, pero tranquila. Yo duermo en la bañera. No te quiero incomodar. Yo me voy a dar una vuelta... así aprovechas para ducharte, bañar a la niña,... No te quiero incomodar...
Guillermo se va triste porque le duele que el sueño no sea realidad. A Sara cada día le gusta más Guillermo pero también le da miedo que la cercanía de él le pueda llevar a hacer una locura. Le asusta que Guillermo le esté gustando cada vez más, teme hasta dónde puedan llegar sus sentimientos hacia él ante un viaje de varios días los dos solos.
Sara está sola en la habitación. Agradece que no haya televisión. Teme que salga alguna noticia de la familia real de Ascot . Tiene miedo que en algún momento Guillermo la descubra. Llega éste cargado con unas bolsas. A ella le da pena que se haya ido triste, lo besa en la mejilla muy efusivamente. Guillermo sonríe enamorado:
--vaya, merece la pena que me vaya sólo por este recibimiento...
Se hace un momento de silencio:
--traje cena para los dos --dice él.
Los dos comparten comida sentados en la cama como una pareja de enamorados. Se miran, se acarician... El amor que hay en los ojos de él lo delata. Ella no se quiere enamorar pero la verdad es que está quedando atrapada en los encantos de él. Por su lado Guillermo está seguro que su sueño de amor con esa mujer es imposible...
Enrique está en el hospital junto a Blanca que se la pasa dormida a consecuencias de los calmantes que le dan. Lloroso Enrique besa la mano de su amada:
--lucha, mi amor, lucha. Sé que la perdida de nuestro bebé ha sido muy dura para ti pero yo te amo... Piensa que nuestro bebé está en el cielo cuidando de ti, iluminando cada sonrisa... El amor con el que lo hicimos le dio la vida aunque fuera un instante, ahora está en el cielo y estoy seguro que va a bendecir nuestro amor pero tú tienes que poner de tu parte... tú tienes que aceptar que nuestro bebé se murió... Él no está pero estoy yo... yo que sin ti me muero...
Enrique se levanta de la silla para besar a su amada. la besa en los labios. La siente como muerta, llora. Las lágrimas del guapo príncipe despiertan a la joven, aunque está muy débil. Apenas tiene fuerzas para hablar.
--Enrique... --susurra.
Enrique la besa entre lágrimas, le acaricia la cabeza:
--aquí estoy mi amor, para siempre contigo... Tienes que salir de esta... vas a salir de esta. ¡juntos vamos a salir de esta¡¡
Aunque está muy triste, Enrique trata de dar fuerza a su amada:
--yo te amo... te amo tanto mi amor...
--mi bebé... mi bebé... --llora ella.
Enrique está muy triste:
--se murió, lo tienes que aceptar...
Blanca llora y Enrique la abraza:
--te amo, te amo... Juntos vamos a superar el momento más amargo de nuestras vidas... juntos lo vamos a lograr.
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