lunes, 15 de marzo de 2010

Capitulo 19







Enrique contesta a Guillermo:
--claro que no... ella se quiere hacer la difícil. No quiere que la toque y en unos años según el testamento de su abuela en 3 años sin que me dé un hijo nos podemos divorciar y todo me lo quedo yo...
--Es horrible hasta dónde puede llegar tu ambición...
--Guille, tú sabes que yo no soy así... Pero se pensó que Sara de Calabria sería una buena reina, mi madre se equivocó pero almenos pues con la fortuna que vaya a lograr pues espero que a la gente se le olvide el fracaso en la reina,...
--¿y luego qué?¿te volverías a someter a tu madre y casarte con quien ella te diga?
--¿qué hago?
--Pues te juro que si me das la opción te vuelvo a dejar encerrado...
Enrique le sonríe:
--Mi madre te odia por eso... No te lo va a perdonar...
--tu madre odia a todo el mundo y a mí más que a nadie... Aunque espero que tú no me odies...
Enrique le sonríe fraternalmente:
--No, pero pese a todo soy feliz por mi boda...
Guillermo lo mira sorprendido:
--¿por el dinero?
Enrique sonríe pícaro:
--No, por Blanca.
--¿¿Blanca?
--sí la amiga de Sara...
Guillermo mira a su amigo con reproche:
--¿te has atrevido?
--ha sido la noche más feliz de mi vida...
--Esa chica no tiene moral...
Enrique defiende a Blanca:
--¡¡yo he sido el primero¡¡
--¿y de Sara no?
--si, pero es distinto... Sara se me vendió...
--¿Y Blanca no?¿porqué es diferente?
--Porque Blanca se entregó a mí por amor... En ella no hay falsedad...
--Cuando engaña a su amiga y en la habitación de al lado... Muy trasparente no es...
--¿y crees que no le duele? Sé que yo he arrastrado a Blanca a hacer algo que no quería... almenos no mentalmente... Ella me ama y por mi ha olvidado sus principios...
--Estás jugando con los sentimientos de de las dos... ¿no te da pena?
--Me gusta Blanca, es alguien muy especial para mi. Estoy seguro que la puedo hacer feliz...
--¿y si te equivocas?
--bueno, en el amor no hay garantías...
--si pero ¿qué harías con ella?
--¡no soporto cuando te pones moralista¡ ¿¡es que tú nunca haces nada incorrecto?
Con una dulce sonrisa, Guillermo dice:
--procuro que no...
Aunque no está enfadado con su amigo, Enrique sí está serio:
--¡pues yo no soy tan perfecto como tú¡¡
Guillermo le pone la mano en los hombros fraternalmente:
--no te enfades... yo sólo quiero que seas feliz...
--¿y tú? ¿no has cometido ninguna travesura en mi ausencia?
Los dos amigos sonríen.
--Ojala...
--¿no vistes a la chica de la mojada?
--No...
Guillermo suspira fascinado. Lleva a Sara muy a dentro no sabe que es la esposa de su amigo.

Blanca se despierta feliz. Su primera vez, dormir con su amado. Esperaba abrir los ojos y encontrarlo a él pero esa cama en la que él ha dormido está vacía. Blanca lo ha amado, se ha sentido amada y tiene miedo de haber sido solo una diversión para él y no volverlo a ver. Blanca está triste porque cree que a Enrique no le importa que fuera su primera vez. Llora abrazada a esas sábanas que aún huelen a él.
--soy una tonta... Si no le importó ser el primero en la vida de Sara... ¿porqué le tengo que importar lo que me pase a mí?
Sufre por haber caído en sus brazos:
--¡¡soy una estúpida¡ ¡¡una estúpida¡
Se levanta de la cama, se siente hundida.
--Me engañó, me enamoró para llevarme a la cama pero ya no le interesa nada más de mí...
Llora recordando la noche que pasaron juntos.
--me engañó, me engañó...
De repente se da cuenta que sobre el tocador hay un ramo de rosas.
--¡No puede ser¡
Va a leer la tarjeta emocionada: gracias por la mejor noche de mi vida... te veo esta noche...
Blanca huele y abraza esas rosas:
--te amo... te amo...
La joven está entusiasmo.

Guillermo y Enrique siguen hablando en el barco.
--No sé... ¿no has probado a preguntar por aquí? Alguien las debe conocer...
--sí pero todo pasó muy deprisa... nadie se fijó en ninguna de ellas...
--Es una pena... Aunque no sé, tal vez si me la describes exactamente yo te pueda ayudar... Soy el príncipe... --sonríe.
--Pero no conoces a todo el mundo...
--pero sí a casi todas las mujeres bonitas...
--Esta sí se veía digna, no es de las mujeres que se convertirían en la amante de un príncipe... Ella es de las mujeres que a mí me gusta, que sólo se entregarían por amor, que no sacrificarían sus principios...
Enrique se le ríe:
--veo que tienes buen concepto de mí pero sin saber nada de ella... ¿ya adivinaste todo esto?
Guillermo tiene clavado en su alma el rostro de Sara sin saber que es la princesa con la que se casó su amigo.
--Le leí el alma cuando se apoderó de la mía...
Guillermo está fascinado por esa desconocido, Enrique no puede evitar burlarse de él.



Enrique llega a Palacio. Su madre se le acerca.
--creo que debemos hablar de lo que vamos a hacer con tu esposa y su familia...
--Yo creo que lo mejor es llegar a un acuerdo con ella, que no salga y en 3 años se vaya y me lo cede todo... No es la mujer con la que quiero tener un hijo...
--si muriera después de dar a luz...
Enrique mira a su madre escandalizado:
--¿¿qué locura es esta??
--tranquilo, es una broma...
--eso espero...
La reina toca una campanilla:
--¡niña, los cafés¡¡
Enrique se queda de piedra al ver entrar a Blanca con uniforme de sirvienta. Ella agacha la cabeza. Enrique le quita la bandeja.
--¿¿que hace ella así?
--bueno, es la sirvienta...
--¡¡No, no lo es...¡¡
--es que tu esposa no necesita dama de compañía...
--¡¡pues será mi asistente personal...¡
Blanca levanta la cabeza, sonríe. Está feliz de que su amado lo defienda. Enrique sale y mirando a Blanca (le guiña el ojo con disimulo):
--ven conmigo... te daré instrucciones de tu trabajo...
Él ha sido frío pero se aleja con una sonrisa, Blanca detrás. La reina grita como una loca pero ninguno de los dos le hace caso. Enrique entra en su despacho. Blanca detrás. Él cierra la puerta, la besa y la empieza a desnudar. Jadea.
--¿¿qué haces? ¡¡no tienes miedo que nos descubra?
--¡¡no... no te quiero con este uniforme¡¡ --dice Enrique mientras la besa en el cuello, la desnuda y la tira sobre la mesa. Él se desabrocha los pantalones con ansiedad.

Enrique ha hecho el amor con Blanca sobre la mesa de su despacho. Él se sube la ropa, ella está desnuda. Agarra el uniforme. Él se lo arranca de las manos:
--¡¡tú eres mi mujer y no quiero verte con esas ropas¡¡
--¿que me pongo...? Ni modo que salgo ahora así...
El sonríe pícaro. Abre una puerta:
--está es mi recámara... Él la vuelve a besar. Caen en la cama:
--juré que sólo una mujer importante ocuparía esta cama... tú eres esa mujer...
Ella lo mira enamorada:
--estás loco... Nadie va a permitir que duerma contigo...
Él príncipe la mira pícara. Se levanta. La agarra de la mano y la lleva hasta el vestidor
--nadie sabe de esto... bueno, salvo mi hombre de confianza pero él no dirá nada...
Enrique aparta unos trajes, aprieta una palanca y se abre una puerta secreta. Blanca está impresionada. Enrique pasa extendiendo la mano:
--confía en mi, mi amor.

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