martes, 16 de marzo de 2010

Capitulo 27



--¡no... no... aún no es hora¡¡ --grita Blanca al romper aguas.
No sabe qué hacer. Busca su móvil pero se da cuenta que se le ha perdido. El teléfono de Palacio no funciona. Le angustia pensar que algo malo le vaya a pasar a su hijo. Va a los aposentos de su amiga, Sara está sobre la cama. A punto de dar a luz. A Blanca le parece muy sospechoso que las dos se pongan de parto la misma noche, un mes antes de hora.
--algo pasa...
Pero las dos sufren demasiado. Como si lo estuviera esperando, Letizia irrumpe.
--¡vamos, al hospital¡
Unos empleados se encargan de Sara, Blanca aguantándose el vientre dice:
--¡¡no van a tocar a mi hijo¡
Letizia la vence:
--¡¡mi hijo me encargó a las dos así que las dos se vienen conmigo¡¡
Blanca no tiene fuerzas para luchar pero no ve normal que haya dos helicópteros que las espera y las llevan a las dos al hospital.
--¡¡Sara, ayúdame¡
Los dolores de Sara son muy fuertes también y ella sabe que el heredero es muy importante y la reina no hará nada en su contra. Blanca tiene miedo aunque recuerda las palabras de su amado asegurándole que su madre sabe que el hijo que ella espera es su nieto y nunca le hará nada.
--ayúdame Enrique... estés dónde estés...
Mientras camina al quirófano, mientras grita Enrique ocupa los pensamientos de Blanca y reza a Dios para que la protege. Sara da a luz a una niña. Llora con emoción:
--cuando tu papá te vea nos va a querer mucho... seguro...
Mientras Blanca da a luz a un niño.
--¿ya nació?¿está bien?
Blanca no ve a su hijo, no puede oírlo llorar. Le ponen una mascarilla y se duerme en seguida. Letizia tiene toda un ala del hospital a su servicio, hay pocos empleados y todos saben lo que tienen que hacer. Se acerca a ella el mismo hombre con el que habló con teléfono:
--Ya nació la hija de la princesa...
Con desprecio Letizia dice:
--tenía que ser niña... ¡¡Yo no quiero una cualquiera como la madre... además no quiero otra reina para que sufra lo que sufrí yo...¡
El rostro de la reina es el de la amargura pero todo cambia cuando nace una enfermera con un bebé:
--Blanca tuvo un niño --dice el doctor.
La reina agarra al bebé:
--este es el heredero...
La reina entrega el bebé a la enfermera:
--¡¡es el futuro rey, que lo lleven al cuarto reservado al heredero¡¡
Luego la reina mira a su cómplice:
--¿la cualquiera esa duerme?
--¿Blanca? si tardará en despertar...
--Pues ya sabes lo que le tienes que decir... yo ahora voy a deshacerme de las otras dos --dice mirando la habitación en la que están una feliz Sara con su pequeña-- ¡Nadie hará sombra al heredero¡
Con mucho odio Letizia entra en la habitación de la Princesa.

Sara está feliz con su pequeña hija. Sólo piensa en ver la cara de su esposo cuando sepa cuando vea a su hija. Está emocionada por ser mamá, porque pese a que su bebé llegó antes de hora está muy bien. Entra Letizia. La princesa le muestra a su bebé:
--¿Enrique ya sabe que nació su hija, la heredera?
Con mucho desprecio, Letizia dice:
--sí, Enrique sabe que nació su heredero... Tu hija no le importa... Él lo que quería de ti es tu dinero, el heredero varón se lo dio otra...
Sara está muy cansada por el parto. No entiende nada.
--¿de qué habla?
--A nadie le interesa una hija primogénita y Enrique no quiere seguir contigo...
Sara está muy angustiada:
--¡¡no¡¡ miente... miente¡¡
--¡¡El heredero de la familia va a ser el hijo de tu amiga Blanca¡¡
Sara se incorpora en la cama, siempre con su hija en brazos.
--¿¿¿que broma es esta?
Doña Letizia saca una grabadora:
--es un mensaje de mi hijo para ti...
Es una grabación que hice de la despedida de su hijo en que éste confiesa ser el padre del hijo de Blanca.
--¡¡no... no puede ser...¡¡
Sara no puede creer que su amiga la haya traicionado.
--¡¡tengo que hablar con Blanca¡¡
--¡¡Ella se fue, vendió a su hijo a Enrique¡¡ ¡¡lo dejó para que sea el heredero Enrique de Ascot y De Calabria... el heredero de ambos imperios...
--Mi heredera es mi hija...
--te equivocas querida... Enrique quiere un hijo, tu hija le molesta... ¡¡Enrique me pidió que te matará y llevara a tu hija a un orfanato...¡
--¡¡no puede ser¡ --Sara horrorizada.
--si tú desapareces y dejas que hagamos pasar al hijo de la otra como tu heredero, que herede lo tuyo...Mi hijo es demasiado joven, te odia y te quiere muerta, yo tengo miedo que él arruine su vida así que si tú desapareces con tu hija, si dejas que te demos por muerta y el bebé de la cualquiera de tu amiga ocupa el lugar de tu hija pues salvarás tu vida... Eso sí es muy importante que Enrique no sepa que estás viva porque no sé de que es capaz...
Con dificultad y sin soltar a su hija, Sara dice:
--¡¡voy a ir a la policía ahora mismo¡¡
Letizia la mira amenazante:
--si lo haces o eres mujer muerta o pierdes a tu hija...
Sara aprieta a su hija contra su pecho:
--¡¡a mi hija nadie me la quita¡¡
--¡¡si mi hijo te deja tu hija es para él...¡
--¡Enrique no se puede divorciar de mí sin motivo¡¡
--¿y crees que esto no es suficiente motivo?
Y Letizia le tira a la cara su fotografía de beso con Guillermo. Sara está horrorizada por tanto maldad:
--¿¿qué es esto?
--¡¡la prueba que tienes un amante¡¡
--¡¡Guillermo no es mi amante¡¡
--¡¡a ver quien te cree eso¡
Sara se siente en la cama, llora. Letizia le pone la mano en los hombros. Le habla con un falso amor maternal:
--yo soy madre como tú y por eso te ayudaré... Tengo un hombre que te llevará en un helicóptero lejos de todos... dónde nunca sabremos de ti... Es tu última salida...
Asustada por todo lo que está descubriendo y con el único propósito de que no le saquen a su hija, Sara dice:
--de acuerdo...
--Pues quédate aquí, no te muevas... en media hora te vengo a buscar... sobretodo no te muevas...
Mientras que Letizia va preparando la salida de Sara y la bebé, ésta se ha vestido. tiene prisa en salir y con su bebé en brazos sale del cuarto. Ahí deja sus cosas personales como su alianza de casada. Oye la voz de Letizia y va hacia ella. Entonces es cuando escucha sin que nadie los oiga como Letizia le dice a su cómplice:
--llévate lejos a La princesa y su hija y asegúrate que mueran las dos... Mañana quiero ver el cadáver de mi nuera para que el pueblo la llore y yo me ría de ella... el cadáver de la bebé lo desapareces... No quiero que nadie estropee mis planes...
Aunque el hombre está horrorizado por tanta maldad por dinero haría lo que fuera. Sara está mareada, con mucho cuidado de no despertar a su hija y con el rostro desencajado por el horror se va. Corre. No sabe dónde ir. Tiene miedo que su bebé despierta. Hay poco personal así que puede recorrer los pasillos sin ver a nadie. Encuentra el cuarto de las enfermeras. Deja a su bebé en una mesita y se viste de enfermera. Se cubre con un pañuelo y oculta sus ojos con gafas de sol. Luego sale corriendo con la pequeña. Se tiene que parar para calmar a la pequeña y que no llora. Siente mucha tensión. Por la parte de atrás logra irse del hospital. Toma un taxi.
--¡¡al puerto¡¡ ¡¡rapido¡¡

Guillermo está triste en su barco. Mira la luna. No hay día que no piense en Sara.
--¿¿qué será de ti??
De repente oye unos desesperados gritos.
---¡¡Guillermo... Guillermo¡
Esos gritos se le clavan en el alma. A pesar del disfraz la reconoce.
--¡¡Es Silvia...es Silvia¡¡
Sale a cubierta. Se sorprende al ver a Silvia vestida de enfermera y con una bebé. Al lado está el taxista.
--¡¡baja...¡¡
Guillermo no se lo hace esperar.
--¿¿¿que te pasa?
Le angustia verla tan asustada.
--¡¡dinero... paga al taxi...¡¡
--si claro...
Guillermo no tiene nada encima:
--ahora vuelvo...
El taxista se desespera:
--¡¡no tengo toda la noche,...¡¡
--ahora vengo...
Sara tiene mucho miedo. No hace más que mirar a todos los lados con el pánico que se aparezca la reina.

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