Capitulo 18

Ha caído la noche, Enrique baja a los jardines de Palacio. Junto a la enorme piscina está Blanca. Desde la casa no los ven. Enrique se acercan sigilosamente, la abraza por la cintura. Esperaba que se sobresaltara pero no:
--sabía que vendrías --dice ella.
Enrique la besa en el cuello muy amoroso:
--así que me estabas esperando.
Blanca se gira y de repente lo bofetea. Enrique la mira sorprendido:
--¿¿qué te pasa?¿porqué me pegas?
Blanca está muy decepcionada:
--¡¡eres un monstruo¡¡
--¿¿y yo que hice ahora?
--¡¡yo sé que Sara no es la de las fotos... te has acostado con otra¡¡
Enrique la estrecha entre sus brazos:
--No seas celosa... te juro que lo hice por necesidad... Necesitaba alguien para cubrir las apariencias y bueno soy hombre...
--¡¡Eres un cerdo¡
Ella se quiere soltar de sus brazos pero él la sostiene con fuerza, la siente vibrar:
--¿si te mueres por mí porque me rechazas?
--Porqué no quiere ser una aventura...
Enrique la domina con su mirada:
--porqué tú eres la mujer que quiero... contigo no voy a necesitar a otra...
Blanca con reproche le dice:
--ya pero cuando haga algo que no te guste me encerrarás como a Sara...
Enrique la acaricia y ella se va derritiendo.
--Sara no está encerrada...
--¡¡no me dejan verla...¡
--pero es que lo que hizo el hermano es muy grave... te juro que cuando todo se aclare Sara podrá actuar con libertad siempre y cuando no manche mi nombre...
--Igual no creo que sea la manera...
--pero es que la idea no fue mía sino de mi madre...
--¡¡¿¿y es que tú no eres hombre para defender a tu esposa?¡
Enrique la mira molesto:
--¡¡no me gusta tu tono¡¡
Blanca está también molesta con él:
--¡¡a mí no me gustan los hombres que son unos calzonazos¡¡
Enrique la agarra con fuerza contra su pecho:
--¡¡yo te voy a enseñar lo que es un hombre de verdad¡¡
Enrique la pega contra su cuerpo y trata de besarla pero Blanca está muy enojada con él:
--¡¡no quiero, no¡¡
Hay un forcejeo entre la pareja y al soltarse como están cerca de la piscina, Blanca cae al agua. Blanca se asusta. No sabe nada. Con angustia pide auxilio, Enrique corre a tirarse y a la saca de la piscina. Blanca está muy alterada.
--¡¡cálmate, cálmate¡¡
Enrique ve que Blanca aun está muy asustada, para calmarla el príncipe la toma entre sus brazos. Nadie los ve entrar, él la deja en sus aposentos. Se queda de pie.
--¿ya estás más tranquila?
Blanca lo mira con emoción, con sorpresa:
--me salvaste la vida...
Enrique la mira coqueto:
--no ha sido nada...
Blanca llora:
--te insulté feo y tú me has salvado la vida...
Con el agua la ropa de Blanca se trasparenta toda. Enrique la mira con deseo, la acaricia:
--no te iba a dejar ahí...
El aliento de él la embriaga, su mirada la incomoda. Busca algo para cubrirse, él la agarra de la mano. La mira excitado. Su erección es muy evidente, Blanca agacha la cabeza con vergüenza. Él la acaricia con deseo:
--no me rechaces... por favor... no me rechaces más...
Blanca llora:
--no ves que esto es malo...?
Enrique le pone las manos en las mejillas:
--el amor nunca es malo...
--Pero tú no me amas...
Enrique le guiña el ojo:
--¿quien ha dicho eso?
Blanca lo mira emocionado:
--¿en serio me amas?
Enrique la acaricia los brazos, luego los senos... Ella jadea. El deseo la va dominando.
--déjate llevar... déjame que te lo demuestre...
Ella lo mira enamorada, derretida.
--tengo miedo... es mi primera vez...
Enrique la mira emocionado:
--deja que yo te lleve al cielo... verás que será maravilloso para los dos...
Blanca no lo puede rechazar más, lo abraza con amor. Con desesperación.
--¡¡te amo... te amo¡
A Enrique le emociona escuchar a una mujer decir que lo ama y aunque él siente mucho amor no se lo dice.
--pues demuéstramelo, deja que yo te demuestre lo que siento...
Blanca ya no rechaza los besos y las caricias de Enrique que vibrando de deseo le va sacando la ropa. Los nervios, la timidez de ella, sus temblores mientras él la acaricia excitan mucho al príncipe. Éste la contempla desnuda.
--eres tan hermosa...
Blanca agacha la cabeza con vergüenza. Él le levanta la barbilla. La besa:
--el amor no es vergonzoso...
Enrique se va desabrochando la camisa y dirige las manos de la joven para que acaricia su desnudo pecho. Ella está nerviosa pero le gusta mucho lo que hace. Enrique la tira sobre la cama, le llena el cuerpo de besos, de caricias... ella va moviendo sus manos con timidez. Ambos jadean, les gusta mucho estar juntos. Enrique hace gritar de gusto a la joven con sus dedos, con su lengua que recorre todos los rincones del cuerpo de él. Con mucho deseo y besando y acariciando los senos de ella, Enrique se desabrocha los pantalones, se los baja, se baja el boxers lo necesario para liberar ese miembro que ya está deseando explotar. Blanca la mira emocionada, nunca pensó que el amor fuera tan hermoso. Aunque tiene miedo. Él es muy delicado con ella.
--no tengas miedo... todo va a salir bien...
Blanca lo mira llorando:
--te amo... soy tan feliz...
Él sonríe y se clava en ella, con delicadez pero con profundidad. Ella hace una mueca de dolor pero luego ese dolor se convierte en fuertes jadeos muestra de un delicado e intenso placer que le está proporcionando los movimientos en compás de cadera del guapo príncipe. Blanca llora de felicidad, él aferra su cuerpo al de ella. Ambos son un solo cuerpo gozando hasta el infinito.



Guillermo está leyendo en cubierta de su barco. Oye los gritos de su amigo llamándolo.
--¡¡Guille¡¡
Guillermo deja el libro. Sonríe.
--creí que no ibas a volver...
--Puedo subir...?
--si claro...
Los dos amigos están frente a frente. Enrique está serio.
--has venido a reclamarme o...
Enrique no deja seguirlo lo abraza con cariño y dice:
--no, he venido porque necesito a mi amigo...
Los dos se abrazan contentos.
--creí que estabas molesto conmigo...
--No me gustó tu pequeña travesura pero sé que lo hiciste porque creías que era lo mejor para mi...
Los dos se sientan.
--tal vez hice mal en meterme pero es que te siento como a mi hermano menor y quería evitar que metieras la pata...
--En realidad creo que todo mi pueblo te lo hubiera agradecido...
--¿la princesa no resultó lo que se esperaba?
--Pues imagina que le salió una hermana ilegítima y puta...
--¿put...?
Guillermo, sorprendido, no se atreve a decir la palabra.
--¡Si, no tenga miedo en decirlo... puta... Ejerce la prostitución desde adolescente y tiene una hija de ves a saber quien que es toda una mujercita...¡
Guillermo está sorprendido:
--pues esto para una princesa no es bueno...
--¡¡malísimo... si no había bastante con un hermano bastardo y maricón ahora encima la puta...¡¡
--¿en qué familia te metiste? Tu madre debe estar como loca...
--Pues sí pero ni modo... además está loca... ¿tu crees que dice que me ama?
--¿y qué tiene de raro?
--¡¡que no me conoce¡ debe ser un truco para controlarme pero le ha salido mal... si me deja pierde su fortuna y también si no me da un hijo, que a estas alturas que bueno que ella no quiero que la toque... Desde luego no quiero tener un hijo con una mujer así...¡¡
--¿te vas a divorciar?