miércoles, 17 de marzo de 2010
Capitulo 43
Guillermo apaga la ducha. Se da cuenta del error que ha cometido y aunque no está enojado sí quiere dejar las cosas claras a Emilio aunque está seguro que Emilio no puede querer nada con él por el "parentesco" que los une.
--espera, que ahora salgo.
Emilio oye como ha apagado la ducha y sufre una fuerte decepción.
--lo sabía, era demasiado bonito para ser verdad... bueno, almenos lo he gozado....
Aunque está triste porque Guillermo supondrá para él otro amor que va a tener que va a tener que tragarse como le ha pasado siempre pero algo lo excita. Con cara de pillo piensa:
--tiene que salir...
Con deseo sus ojos se clavan en el boxer usado de Guillermo, sonríe porque lo vera desnudo una vez más.
--será la última, lo sé --dice triste.
Le gustaría poder inmortalizar ese momento pero ya que es imposible almenos se dispone para gozar por un momento más de la desnudez del guapísimo amante de su hermana y padre de su futuro sobrino con la intención de congelar de la retina esa impresionantemente bella y hermosa estampa. Aunque está seguro que Emilio es un pobre muchacho que no le haría ningún daño, a Guillermo tampoco le gusta ponerle cachondo por nada y por el tono de voz, por sus ganas de entrar ha sentido su deseo. Sale del baño todo mojado empapándolo todo. No había preparado la toalla.
--como no haya que papelón --piensa que por las prisas no lo ha comprobado.
Prefiere que Emilio no le vuelva a ver desnudo. Por suerte sí la hay. Se la pone en la cintura, sale todo mojado. Emilio está a mil cuando ve que se abre la puerta. Se espera para lo mejor. Guillermo se da cuenta que ha hecho bien en cubrirse, por el rostro de decepción de Emilio se da cuenta que esperaba verlo desnudo. Aunque no piensa decirle nada es algo que a la pareja de Sara le incomoda. Pese a que de entrada le ha dado pena no verlo desnudo le excita igual lo que ve. Pelo húmedo, con el pecho todo lleno de agua. Le excita mucho ver sus pezones relucientes, ese poco pelo de vello en el pecho mojado. A Guillermo no le gusta la gran excitación de Emilio y no tiene ganas de decirle nada pero espera que se le pasa pronto.
--¿te ocurre algo?
Emilio mira a Guillermo hechizado por su suprema belleza:
--No, nada --jadea.
Aunque está nervioso e incómodo, Guillermo prefiere hacer el que no sabe.
--¿no querías ir al baño?
Emilio no se quiere ir, en realidad lo que espera es que Guillermo se desnude ante él.
--si bueno, sólo era un momento...
Emilio entra en el baño, piensa en que excusa poner para estar en seguida en el cuarto y no da tiempo a Guillermo a haberse vestido. Sonríe pícaro. Arranca un poco de papel de baño y sale como si se sonara los mocos. Espera encontrarse a Guillermo totalmente desnudo, se prepara para disfrutar de nuevo de una vista de lo mejor. Pero esta vez tampoco le sale bien, Guillermo sigue con la toalla. En una pequeña bolsa de viaje que ha traído ha sacado unos calzoncillos limpios que Emilio mira con deseo.
--¿ya está? --le pregunta Guillermo.
Emilio hace que sí con la cabeza. Con los calzoncillos en la mano, Guillermo agarra el resto de su ropa y entra en el baño. Está vez si se encierra.
--ni modo --dice Emilio resignado.
Los boxers usados de Guillermo son una tentación muy fuerte, le da miedo tomarlos y que en ese momento su casi cuñado salga del baño. Aunque le gustaba más desnudo Emilio tiene que reconocer, no sin culpa por su hermana y su futuro sobrino, que Guillermo cada día le gusta más. Esos jeans le hacen un trasero que a Emilio le vuelve loco.
Aunque se muestra amable, Guillermo evita tocarlo. Emilio se da cuenta que ese chico tan guapo y que tanto le gusta es más reservado con él así que intenta hacer un esfuerzo para que no se le note tanto lo mucho que le gusta. Por su lado, aunque no le es fácil porque le incomoda, Guillermo hace un esfuerzo por ser amable:
--¿estás muy cansado o vamos a cenar?
--¿juntos?
Emilio está que salta de una pata.
--si claro, te tienes que alimentar bien. Aunque tal vez nos puedan subir la cena...
--¡¡no... no...¡¡ ¡¡tengo ganas de salir...¡
Guillermo le sonríe y Emilio suspira enamorado. Finalmente se quedan en el restaurante del hotel. Emilio está feliz de tener a Guillermo para él solo, le excita que sus piernas se toquen aunque Guillermo trata de evitarlo la verdad es que el espacio es reducido. Cenan algo rápido. No dicen nada durante la cena, pero a Emilio ya le hace feliz estar al lado de ese chico tan guapo. Es parte de su sueño, estar rodeado de galanes. Después de cenar Guillermo le pregunta:
--¿quieres acostarte o vamos a dar una vuelta?
--¡¡quiero salir¡
Emilio está feliz de continuar su paseo con Guillermo y aunque éste se muestra distante Emilio lo siente como si fueran una pareja de novios y eso lo tiene entusiasmado.
--de todas formas tampoco mucho rato... Mañana hay que madrugar...
--¿así?
--¿o es que tú te quedas?
Emilio hubiera quedado quedarse más día
--bueno, si te quieres quedar te dejo bien acompañado pero yo me voy a primera hora posiblemente antes de que tú te despiertes...
--¡¡no, no… vengo contigo¡
Guillermo no le dice nada pero no le gusta lo enganchado que vi a Emilio con él. Guillermo le sonríe y Emilio suspira enamorado. Los dos dan una rápida vuelta por los alrededores del hotel antes de volver a su cuarto. Guillermo se tumba sobre la cama vestido. Sólo se desabrocha los pantalones. Emilio que no le pierde detalle se queda muy excitado.
--buenas noches --Guillermo.
--buenas noches --jadea Emilio .
Guillermo está muy cansado y se queda en seguida dormido. Emilio está demasiado exaltado para dormir. Mira ese cuerpo en la oscuridad, ahora puede mirarlo sin temor. Se excita recordándolo desnudo. Está cansado y no quiero dormir porque quiere alargar al máximo ese momento de intimidad entre los dos. Está seguro que un momento así no se volverá a repetir. Le da pena pensar que en cuanto despierte cada uno seguirá su camino. Es casi al amanecer cuando Emilio cae vencido por el sueño. Justo poco antes que Guillermo se despierte. Éste se prepara para ducharse y cambiarse de ropa sigilosamente. Le tranquiliza que Emilio duerma. Lo mira con pena:
--espero que pueda verme como un hermano y que Sara no llegue a saber nunca que le gusto y eso no me cree problemas...
Al llegar a la finca, mientras se bajan del auto, Triste Emilio le dice:
--así que esto es la despedida ¿no?
Guillermo no quiere que Emilio lo pase mal por él, le da una palmada a Emilio en el hombro que lo excita más de lo que quisiera Guillermo:
--bueno supongo que nos visitarás y nos veremos como siempre...
--si claro...
Guillermo entra en la casa y Emilio lo contempla derretido. Le encanta ese chico.
--¡que culo¡ --piensa.
Blanca, por otro lado, llora todos los días en la tumba de su hijo muerto. Eso y el cuidado del pequeño Enrique son su mundo. Enrique le dice que la ama una y otra vez pero ella lo rechaza y sufre porque siente que la ha perdido y no sabe cómo recuperarla. Se desahoga con Guillermo con el que habla en secreto todos los días. Le reina Letizia trata de sacar información de Guillermo a su hijo para acabar con Sara pero Enrique, sin saber que su madre busca a su esposa y a su hija para matarlas.
Meses después… Sara da a luz. Guillermo está a su lado. Los dos lloran al recibir a su pequeña. Mientras revisan a la pequeña, Guillermo sale para comprar muchas flores y peluches de color rosa. Cuando Guillermo llega al hospital. Emilio está en la habitación con su hermana. Sara tiene ya a la bebé en brazos. Emilio abraza al feliz papá y los deja solos.
--vuelvo en la tarde...
Los amantes no le hacen caso.
--es tu hija... –Sara.
Guillermo llora, acaricia a su hija.
--hija, mi hija...
--¿porqué has tardado tanto?
Guillermo solo tiene ojos para su hija y su amada y olvida los regalos:
--la puedo tomar en brazos?
--si claro... es tu hija.
Guillermo llora al tener a su hija en brazos, esa hija que es una parte de él y representa el momento más feliz junto a Sara en medio del mar y un futuro juntos como familia.
--gracias, gracias por este maravilloso regalo.
Guillermo se sienta en la cama al lado de su esposa con la bebita en brazos. Besa a Sara:
--mi amor…
Llora emocionado:
--que linda es...
Sara llora al ver a su amado con la hija que ella le ha dado. Esa hija que está segura que los unirá para siempre...
--¿cómo la vamos a llamar?
--Gracia Del Mar... ¿te parece? --dice ella.
--Si claro...
Un par de días después, como un matrimonio más, Sara con su hija en brazos y Guillermo salen del hospital. Un paparazzi que estaba pendiente de la supuesta relación de Emilio y Guillermo la ha descubierto les hace fotos a escondidas. Esa foto es la portada de una de las revistas del corazon más importantes "Hasta luego". Con la foto de la pareja con su bebé está el titular: La princesa de Calabria está viva y con un subtitulo que vive con un hombre que ha tenido una hija. El paparazzi habla de lo que ha descubierto. Que Guillermo es íntimo de Emilio, que es la hermana de Emilio , que se llama Sara y no Silvia como hace creer, que tiene documentación falsa. La versión es que abandonó a su marido por otro hombre y la Casa Real fingió su muerte pero no sabe bien que pasa con esos hijos, la revista dice que tal vez tuvieron gemelos y se quedaron uno cada uno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario