martes, 9 de marzo de 2010
capitulo 3
Sara está en el otro cuarto siguiendo los preparativos del funeral de la Princesa de Calabria . Hasta ahí se han trasladado Enrique y su madre.
--¡¡que guapo es este príncipe¡ ¡¡pobre princesa... apunto de casarse con ese bombón y se muere¡¡
Durante los días que duran los funerales de la princesa, Sara casi no se despega del televisor para seguirlos en directo. Siente algo especial, le gustaría estar en medio de esta gente. Sus ojos se clavan en la amarga mirada de la anciana princesa de Calabria, es la mirada de la muerte. Siente compasión por ella.
--pobre mujer... haber enterrado a toda su familia... ¡¡que injusto es el mundo¡¡
La anciana casi no se sostiene en pie. No está en el cortejo fúnebre que encabezan la reina Letizia y su hijo Enrique. Letizia altanera como sólo ella sabe serlo. Enrique en su papel de novio viudo. Le ha conmovido el dolor de esa abuela. Va detrás del féretro de la que iba a ser su esposa pese a que no la conocía. Se le hacen algunos primeros planos de Enrique. Le parece muy guapo y sólo de verlo cautiva a Sara. Piensa en su padre que le decía:
--tú eres una princesa... algún día te casarás con un príncipe...
Aunque sabe que su padre lo decía en sentido figurado, Sara dice:
--ojala me pudiera casar con alguien así... pero ¿quien sabe dónde está mi príncipe azul y si lo encontrará?
Lejos de ahí, en Ascot, Guillermo sigue con sus quehaceres diarios ajenos a la realeza. Va sin camisa, luciendo pecho. Con gafas de sol. Pese a que no le falta dinero es feliz llevando una vida sencilla. Le da pena saber a su amigo al que quiere como un hermano en medio de un circo y da gracias por no haber nacido dentro de la realeza.
Emilio y Sara se encuentran en la cocina. Con ironía Emilio le dice:
--¿usted quien es? me suena su cara... Yo tenía una hermana que se parecía mucho a usted pero se metió en su cuarto y nunca más supe de ella...
Sara le tira un trozo de patata que está pelando:
--no seas tonto...
Emilio se refería a que en los últimos días su hermana ha estado pendiente de los funerales de la princesa y casi no ha salido.
--por fin se acabó le entierro... Casi ha sido como si hubieras estado ahí...
--ojalá hubiera podido ir...
--luego dirás de mi... Almenos Ronaldo me alegra la vista... ¡¡pero es que estar todo el día pendiente de un entierro de alguien que ni conocías de la tele¡¡ ¡¡¿porqué ya me dirás quien era la Princesa esa de Talabria¡¡
--Calabria... Leonor de Calabria...
--¡seguro que ni sabes dónde está Calabria que no debe medir ni dos metros¡
--cada cual mira lo que le gusta...
--pero es que es muy morboso que te guste miran los entierros aunque sean de la realeza... No son personajes conocidos...
--no sé... lo he sentido como si fuera el entierro de alguien mío... No podía dejar de mirar como si sintiera que yo debiera estar allá...
--¡estás loca...¡ se te ha subido en la cabeza eso que nos decía papá que eres una princesa... ¿que crees que era Anastasia? --dice divertido.
--no es eso... bueno... no sé.... es que Enrique me gustó tanto...
--¿qué Enrique?
--Enrique de Ascot, el prometido de la princesa... Sentí algo por él que nunca había sentido por otro... Tiene algo que me atrae...
--sí que es guapo..
--Es un pelirrojo impresionante pero no sólo es eso, tiene algo... que... me encantaría conocerlo...
--pues va a ser que no... yo aún tengo posibilidades de conocer a un futbolista pero tu a un príncipe... antes las ranas cantarían opera...
Los dos se rien.
En Ascot, Enrique llega al puerto. Ve a Guillermo trabajando en el barco. Lo ve tan libre que siente envidia de no poder ser como él. Muchas veces el peso de la corona lo aplasta. Sus obligaciones le angustian pero se siente demasiado comprometido con su pueblo, con su sangre.
--¡Guille¡¡
Guillermo se asoma a cubierta. Sonríe. Tenía muchas ganas de ver a su amigo.
--¡¡venga... sube¡
Enrique sube corriendo. El yate de su amigo es su pequeño paraíso. Ahí nadie le reprocha sus miedos, sus dudas. Al contrario. Junto a Guillermo puede ser él mismo. Los dos se abrazan.
--¿cómo estás? --le pregunta Guillermo.
--Pues cansado de tanta hipocresía... Me dio pena ver a esa pobre anciana muerta del dolor participando en ese circo en el que yo era cómplice porqué ¿ como voy a lamentar la muerte de alguien que ni conocía?
--Ese es el mundo que tú has elegido...
Enrique mira a su amigo con tristeza:
--no he sido yo quien lo he elegido... es mi destino... Yo nací para ser rey...
--¿y ahora qué?
--pues nada... esperar un tiempo y bueno... mi madre ya encontrará otra mujer para que sea mi esposa... --dice resignado.
Guillermo no le dice nada pero con la mirada lo dice todo. Enrique se justifica;
--es lo que corresponde... Ser el futuro rey no es cualquier cosa...
--pero de ahí a casarte con cualquiera...
--soy rey antes que hombre...
Guillermo pone su mano sobre los hombros de su amigo. Lo mira con el cariño de un hermano:
--eres hombre por encima de todo... tú aprendiste a ser rey... ¿quien dice que una mujer no puede aprender a ser reina..?. Hoy en día ningún príncipe se casa por obligación...
--la casa real de Ascot ha permanecido pura, sin escándalos y yo no quiero ser el primero en romper todo eso... No quiero que Ascot me pueda reclamar que le di una reina que parece sacada de un prostíbulo por mucho que sea eso lo que hagan todos los herederos de la corona... Parece que hoy en día a los herederos lo que le van son las zorras no las princesas... Para estar con una zorra no necesito casarme con ella, la haré mi amante.
Guillermo sonríe a su amigo:
--los príncipes europeos de hoy en día son chicos como yo que aman y prefieren amar con sinceridad de cara al público y no a escondidas...
--Sí pero es que han hecho reinas a mujeres que solo merecen ser amantes... ¡¡es escandaloso lo que está pasando hoy en día en las casas reales y yo me voy a sentir muy orgulloso de ser el rey de una casa real sin escándalos...¡
--¿prefieres ser el único príncipe de Europa que se casa sin amor...?
--soy rey en las buenas y en las malas... las demás casas reales sólo quieren disfrutar de sus privilegios y no de sus obligaciones y eso tampoco se me hace justo...
A Guillermo le duele no ver a su amigo feliz pero sabe que es demasiado obstinado y no podrá hacer nada para convencerlo.
1 mes después...Enrique llega de nuevo al barco de su amigo. Los dos se abrazan.
--¿qué tal?
--tener que ir a un entierro y en primera fila como si yo significara algo... Por mucho que fuera la abuela de mi prometida no la conocía...
--la verdad es que esa familia tendría mucho dinero pero la suerte de espalda... es bien dicho eso de la el dinero
--Mi madre está cómo loca... hay una crisis en Calabria porque al parecer hay un misterioso heredero de todos los bienes y mi madre no desea otra cosa que ser la primera en descubrirlo...
--seguro que desea que sea mujer para que te cases con ella... ¿me equivoco?
--Así es.
--¿y lo harías? ¿después de estar prometido a una te casarías con otro miembro de esa misma familia?
--porqué no? el poder lo los Calabria es lo que mi madre desea y sería bueno para mi pueblo...
Mientras Sara y Emilio están hablando en la casa.
--¿ya la enterraron?
Sara se seca sus lágrimas.
--sí, pobre viejita...
Emilio la mira burlón:
--estás loca... parece que hubieras estado en ese entierro... parece que se haya muerto tu abuela en vez de una princesa que ni conocías...
--pobre viejita la he llorado como si fuera mi abuela...
Emilio no entiende el sentimiento de su hermana y es algo que ni ella misma entiende.
--¡que hartón de entierros...¡¡ ¡¡que bueno que ya se acabó¡¡
Emilio se da cuenta que su hermana está mirando por la ventana.
--¿que mira?
--parece que un hombre se perdió...
Emilio se asuma al balcón. Todos los vecinos están sorprendidos. El coche es oficial, como el de las casas reales...
--¿en que barrio cree que está?
--a quien vendrá a visitar ese hombre...?
Los dos se sorprenden al ver que entra en su edificio. Corren hacia la puerta para mirar por la mirilla por su averiguan algo. Se quedan casi en shock cuando el hombre llama a su puerta.
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