Enrique se enfrenta a su madre.
--¡¡¿¿cómo has podido?¡¡¡¡eres una criminal¡
Enrique es su vida y la reina no quiere perderlo:
--¡¡lo hice por tu bien¡¡
Enrique está totalmente horrorizado:
--¿¿por mi bien? ¡¡eres una asesina¡¡¡
--¡¡no... no¡¡ ¡¡la cosa no es así¡¡
--¡¡¿cómo que no? ¡¡¡quisiste matar a Sara¡
--¡¡pero no le hice nada¡¡
--¡¡porque yo te he descubierto¡¡
--¡pero lo importante es que no lo he hecho¡
--¿¿y a esa pobre chica que la mandaste matar para ocupar el lugar de Sara?¡¡¿¿quien es?¡
--¡¡no lo sé¡
Enrique mira a su madre con horror. Llorosa ella dice:
--¡¡no me mires como si fuera un monstruo¡¡
--¡¡lo eres¡¡
Letizia llora, suplica a su hijo que la escuche pero éste no quiere que se le acerque, que lo toque.
--¡¡eres una basura de lo peor, no tienes excusa para lo que hiciste¡ ¡¡¡me ocultaste a mi hermano, a mi hija¡ ¡¡has hecho daño a todo el mundo¡
Letizia habla con mucho dolor:
--¿¿¡y a mí? ¿¿¿a quien le preocupa el daño que me han hecho a mí?¡¡ ¡¡me vendieron a un miserable que me hizo la vida imposible¡¡
--¡¡no hables así de mi padre¡¡
--¡¡es lo que era... él fue el primer hombre en mi vida pero me trató como una basura, me tocó lo justo para darte la vida a ti y luego me despreció, me restregó a su amante, la madre de Guillermo¡ ¡¡yo no quería que otra pasara por el infierno que pasé yo y por eso quería que fuera el heredero tu hijo¡
Enrique se queda callado, la historia de su madre se parece mucho a la de Sara y ahora siente culpa de como la trató:
--Sara vivió lo mismo que tu y en cambio no es una criminal...
--¡¡porque Sara gracias a mí salió del infierno, me debe su felicidad ¡¡¡pude arrancarle la hija a Sara pero no lo hice¡¡
--¡¡las quisiste matar¡¡
--La versión de que ella te dejó por su amante nos conviene, nadie va a creer que la quise matar. Deja las cosas como están...
Enrique agarra su celular.
--¿¿qué haces?
--¡¡voy a llamar a la policía¡¡¡te voy a acusar¡¡
La reina se le tira a los pies. Le suplica que no lo haga.
--¡¡soy tu madre, no me puedes hacer eso¡
Enrique la mira con odio:
--¡¡me das asco... mi madre está muerta¡¡
Letizia llora en el suelo pero su hijo no compadece, oye como éste acusa a la policía a la reina. Despreciada por su hijo y sabiendo que el pueblo la odiará, Letizia sale al balcón. Mira esa ciudad, el poder de ser la reina es lo único que la ha hecho feliz. Enrique ya ha acusado a la reina.
--ya todo acabó mamá...
Pero al darse la vuelta se da cuenta con horror que su madre se prepara para lanzarse al balcón.
--¡noooooooooooooo¡¡
Letizia se lanza sin dudar. Enrique llora en el balcón en el jardín ha quedado su madre muerta. Cae en el suelo llorando de dolor y rabia por los crímenes de su madre.
Blanca con su hijo en brazos escucha de boca de Enrique todo lo que ha pasado.
--¿es mi hijo?
Enrique es muy cariñoso.
--nuestro hijo...
Blanca siempre ha querido a ese pequeño como si fuera su hijo, no puede creer que sea verdad. Blanca mira al bebé, mira a su ex amante:
--¿y la tumba?
--No lo sé y ya prefiero no saber pero este bebé es nuestro hijo...
--¿seguro?
Enrique le acaricia los cabellos:
--si aunque si quieres podemos hacer la prueba...
Blanca besa al bebé:
--no es mi hijo...
Enrique acaricia a su amada:
--se acabó el dolor, ya no hay motivos para que me rechaces...
--¿de qué hablas?
Enrique sonríe:
--que te amo y quiero que toda vuelva a ser como antes...
Enrique la quiere besar pero ella se aparta de él:
--¡¡ahora solo me importa mi hijo¡
--No me hagas esto...
Los dos se miran con mucho dolor.
--quiero irme a mi país, disfrutar de mi hijo.
--No me alejes de mi hijo, yo no tengo la culpa de lo que pasó...
Los dos se miran llorosos:
--si no me puedes aceptar almenos no me alejes de tu vida...
--No lo sé... deja que lo piense...
Blanca se va a otro cuarto con su hijo, Enrique llora.
Enrique, al cabo de un rato, como rey pide perdón de los errores de su madre. En un discurso que da dice:
--Prometo hacer las cosas tan bien como pueda. Seré un buen rey y tendrán la reina que ustedes quieren... La mujer que yo elegí desde el principio como mi esposa, la unica mujer que amé...
El pueblo aplaude, Enrique XX se emociona. Blanca lo escucha por la radio... LLora.
Sin ceremonia, con la única presencia de Guillermo y Enrique, la reina es sepultada en la catedral de la capital, donde reposa toda la familia real.
--¡que Dios te perdone, madre¡ ¡¡yo no puedo¡ --dice Enrique muy triste.
Guillermo está abrazado a su amigo en todo momento.
--gracias por estar conmigo...
--para eso estamos los hermanos...
--yo...
Guillermo lo interrumpe:
--ahora no... después hablaremos en el puerto en nuestro lugar...
--hecho de menos tu barco...
--yo también...
--Sara que venga, necesito verla... Tengo que pedirle perdón, ver a mi hija...
Guillermo se lo pide por teléfono... Ella se niega, él le jura que no pasará nada... que él la protegerá.
--trae a mi hija que la conozca mi amigo...
En medio de una fuerte escolta Ascott recibe a la princesa con sus dos hijas. Aunque la saben inocente la reciben con frialdad. A pesar de los crímenes de Letizia el pueblo apoya a Enrique y desea que su hijo sea el príncipe heredero. Conmovidos por el dolor de Blanca obligada a criar a su propio hijo creyendo que es el de otra desean que ésta sea su reina pero Blanca no quiere saber nada de eso. Enrique se emociona al ver a su hija, al conocer a la hija de su hermano. Le pide perdón a Sara por sus errores. Ésta mira enamorada a Guillermo:
--gracias a ti conocí el amor, el verdadero amor... sólo espero que él perdone mi mentira... --Sara.
Guillermo está muy nervioso.
--espero que arreglen sus cosas... --Enrique.
Guillermo mira a su amada triste:
--eso lo hablamos luego, en España.
Enrique y Sara arreglan los trámites de anulación de su matrimonio. Acuerdan que su hija será sólo heredera en Calabria (bienes que manejará como siempre Enrique) y que él podrá verla siempre que quiera y cuando sea más mayor pasará un tiempo con él. Sara recupera su título de princesa de Calabria. Enrique quiere que su hijo sea el heredero de Ascot aunque para eso es imprescindible una boda con la madre. Una boda que todo el mundo quiere, Enrique se siente feliz. Una boda por amor y que conviene a todo el país. Blanca, pero se mantiene al margen de todo. No se va de palacio pero sólo tiene ojos para su hijo y no quiere hablar con Enrique. El escándalo llenan todas las revistas, casi no se habla de otra cosa en España y en Ascot. En todas las revistas salen ellos en portada, ya sea una foto de la reina a la que ya han bautizado como "Letizia, la bruja", Sara llegando con sus hijas. Guillermo es el más sorprendido porque nunca esperó entrar parte del mundo del corazón. En alguna revista la portada es una foto de ellos dos juntos: "hermanos, amigos y 'maridos' de la princesa."
Enrique va a buscar a Guillermo en el hotel en el que está. Los hermanos se miran con cariño.
--me gusta que seas mi hermano... siempre quise que lo fueras...
--a mi me gustas que seas mi hermano, pero eso de ser hermano de un rey... siempre voy a tener la prensa encima...
--ya te acostumbraras...
Los hermanos siguen hablando. Van hacia al puerto, donde estuvo el barco de Guillermo. Él y Guillermo, frente al agua, hablan como hermanos. Se quieren como tal y les alegra serlos.
--siempre estaremos juntos pase lo que pasa --Enrique.
Enrique le habla de Blanca, de lo que sufre porque aún lo rechaza. Guillermo le habla de Sara:
--Tanto que desprecié a esa princesa con la que tú te casaste y en cambio era todo lo contrario... Verla me atrapó...
--La verdad es que yo la traté bien feo, que bueno que tú almenos la hiciste feliz.
--no puedo perdonarla...
--¿la amas? .
--claro pero como saber que ella me ama, que no es despecho.
--Sara me pidió que renunciara a Diana, quiere que tú seas el padre, que la adoptes legalmente… ¿eso no es amor?
Guillermo está conmovido por el gesto de Sara:
--¿eso quiere?
Sara sabe que su amado ha ido al puerto.
--Es ahora o nunca...
Ese lugar en el que él se enamoró de ella puede ser el único lugar en el que puede lograr que él olvide todo lo que ha pasado. LLega al puerto con sus dos hijas. Está segura que el estar con las niñas, en ese lugar donde comenzó todo Guillermo no podrá sino aceptar volver con ella. Mientras llega al lugar en el que estaba el barco Sara sonríe recordando el momento en el que vio a Guillermo desnudo. Acaricia a su hija Gracia. De no ser por ese día ella no hubiera nacido. Enrique y Guillermo van hablando:
--Me ilusioné con Sara el primer día que la vi, tú lo sabes...
--sí tanto que me hablaste de ella nunca imaginé que fuera ella... Ni que tú fueras mi hermano...
--No importa que seamos hermanos, el cariño es el mismo...
Los dos se abrazan. Enrique se aparta de Guillermo y señala a Sara que va con sus dos hijas. Guillermo la mira. Le gusta que haya ido a buscarlo. La sonrisa de él golpea el alma de ella. Guillermo corre hacia ellas. Se abrazan. Ella le pide perdón entre lágrimas. Él siente que ella lo ama y no le importa nada. Se besan ante la mirada emocionada de Enrique que se queda con las niñas para que Guillermo y Sara puedan disfrutar de su amor. No dejan de besarse. Son besos llenos de amor. Se aman y las palabras sobran. A Enrique le emociona ver a su hermano feliz. No puede evitar llorar pensando en su madre.
--¿¿¡porque has sido tan mala...?
Enrique seca sus lágrimas:
--pero el pasado quedó atrás, ahora sólo me importa mi felicidad. ¡¡Voy a luchar por la mujer que amo, Blanca será la nueva reina y esa será mi mejor venganza¡¡
Enrique hace una llamada en su móvil:
--necesito un favor.
Enrique sonríe enamorado.
--no te voy a perder mi amor. No.
Al rato Blanca pasea con su bebé por los jardines de Palacio. Vive como ajena a lo que pasa fuera, sólo piensa en su hijo. Aunque ha estado con él desde que nació, aunque siempre lo ha sentido su hijo, quiere en cierta manera recuperar el tiempo perdido. Siempre desde el exterior del palacio se oye alguna voz que grita:
--¡¡Blanca, te queremos¡¡ o ¡¡Blanca tienes que ser nuestra reina¡¡
A Blanca le emociona esos comentarios pero aunque aún pese a todo hay mucho amor dentro de ella por Enrique no quiere formar parte de su mundo, no está segura del amor de él. De repente un avión vuela por encima de palacio.
--¡¡mira, mira¡¡ -va diciendo la gente.
Por curiosidad, Blanca mira al cielo, el avión lleva un letrero como cola: ¡Te amo, Blanca¡. Se abre una puerta y alguien cae. Son muchos metros los que los separa del suelo. Blanca se lleva la mano a la boca por la sorpresa. ¡¡Es Enrique¡ Con un altavoz y a metros de altura el príncipe grita:
--¡¡Te amo Blanca¡ ¡¡cásate conmigo¡
La joven está muy emocionada. El príncipe con su paracaídas cae muy cerca de la entrada de palacio que se ha llenado de curiosos que aplauden. El príncipe los saluda. Blanca corre hacia él. Él se desata del paracaídas, sonríe y corre hacia ella. Los dos se abrazan.
--¡¡eres un loco¡
Se abrazan y se acarician.
--¡loco por ti¡
Los dos se miran llorosos.
--¿me vas a decir si de una vez...?
Desde fuera mucha gente grita a la vez:
--¡¡si...¡¡
La pareja abraza mira al pueblo que aclama:
--¡¡¡si... si...¡¡
Otros gritan:
--¡reina Blanca... reina Blanca...¡
Enrique sonríe a su pueblo:
--ellos quieren que seas mi esposa...
--¡¿Y TÚ?¡
Enrique la mira enamorado:
--No me digas que no lo sabes, sólo piensa en todo lo que hemos vivido para conocer esta respuesta...
Blanca cierra los ojos, piensa en la primera vez que vio a Enrique, en cómo lo amo. Abre los ojos. Él y todo el mundo espera con ansiedad:
--¿y bien...? Yo si me quiero casar ¿y tú?
--no me queda de otra... ¡si¡
Los dos se miran con amor, se acarician:
--pero no será por obligación ¿no...? --dice él con ironía.
--te amo tonto... --dice ella dándole un golpe en el brazo.
--ah... No me maltrates --dice él.
Ella lo acaricia:
--te amo tanto...
Se ríen y se besan ante la emoción de su pueblo. Enrique la mira con una carita:
--es un sí...
--es un siempre.
Enrique la abraza y mira a su pueblo:
--¡¡me ha dicho que sí¡
El pueblo aplaude:
--¡¡viva el rey, viva la reina¡¡
Enrique y Blanca se besan muy enamorados mientras cae sobre ellos una lluvia de aplausos y de vivas. Los sienten que viven un sueño.
Semanas después… A días de su boda, Guillermo sorprende a Sara. Le canta bajo el balcón el por ti me casaré. Ella baja, lo besa enamorada. Guillermo pasa esos días con Emilio para así echarse de menos. Aunque no puede evitar dejarse seducir por Sara. Hacen el amor. Son felices. A Guillermo le cuesta acostumbrarse a llamarla Sara pero es feliz porque esa mujer, esas pequeñas a las que adora serán, son su mujer, sus hijas en el corazón y ante la ley.
Justo esta semana todas las revistas llevan en portada la boda de Enrique y Blanca que fue en la intimidad con la presencia de Guillermo pero sin las niñas. En el reportaje se ve fotos de la ceremonia civil que fue en el Palacio Real, de la salida de los esposos al balcón real con el bebé ya como príncipe heredero oficial. En casi todas las fotos está Guillermo, es frecuente fotos de los hermanos abrazados.
Emilio es el que le organiza a Guillermo la despedida de soltero. Enrique está con él. Enrique se muestra amable con Emilio. Entre ambos se les ocurre algo. Piden una canción en la discoteca que le dedican a Guillermo la canción “te casaste, la cagaste”. Guillermo los abraza riendo. Quiere mucho a los dos, está feliz y le gusta compartir esa felicidad con ellos. A los dos los trata de hermanos y Emilio se resigna . Siempre supo que Guillermo era un amor imposible.
Enrique se ha llevado a Guillermo y Mariana se acerca a Emilio.
--tengo una sorpresa para ti…
--pero…
Emilio no puede hablar. Ella se lo lleva a otra área en la disco hay varios stripper y uno de gran parecido a Guillermo. A Emilio se le hace la boca agua.
--métele dinero en el tanga y es tuyo esta noche…
Emilio no se lo piensa, almenos tendrá un buen polvo y el chico es guapísimo. Se podrá hacer la fantasía que se acuesta con Guillermo.
La boda de Guillermo y Sara es la boda del año, aunque civil es por todo lo alto. Guillermo llega con su hermano, los dos muy contentos. Sara parece una reina, feliz que su hermano la entregue. Los cuñados se abrazan con mucho cariño. Guillermo la recibe a Sara y hacen sus promesas de amor. Enrique y Emilio son los primeros en felicitarlos. El ya matrimonio se besa y sale entusiasmado del templo donde reciben la lluvia de pétalos de rosa. Mariana está con Ronaldo. La hija de Mariana, toda una mujercita, no deja de desnudar al futbolista con la mirada y a este le gusta. Sara y Guillermo ríen y lloran. Se van juntos en el auto con sus hijas. Se sienten reyes, reyes de la felicidad.
2 años después… Toda la familia se ha reunido en la finca de Sara y Guillermo para celebrar el primer cumpleaños del pequeño Guillermo. El niño está con el orgulloso papá, Guillermo, mientras la mamá se ocupa de las hijas. Emilio está con Mariana que tiene a dos bebés con ellos. Su hijo y su nieto. Los dos hijos de Ronaldo.
--Es que si me cuentan esto en el pasado no me lo creo… Con lo que me gustaba Ronaldo y no sólo su hija lleva mi médula sino que sus dos hijos son como mis sobrinitos...
Mariana le sonríe. Le duele que el mismo hombre se haya burlado de ella y de su hija pero es feliz como madre y abuela.
Llegan Enrique y Blanca con sus hijos. Aunque no lo ve mucho, sólo cuando se la lleva Guillermo, Diana conoce a su papa corre hacia él llamándolo tío, la sigue Gracia. Enrique abraza a su hija y a su sobrina. Pronto Gracia y Diana se alejan de él para jugar con Enriquito. Los tres van a jugar. Se les suma Blanquita, la hija de Enrique y Blanca, que ya camina. Además Blanca está en avanzado estado de gestación. Enrique y Guillermo se abrazan con cariño. En brazos de Sara descansa un bebé recién nacido. Guillermo lo agarra en brazos y se lo muestra a su hermano:
--este es tu nuevo sobrino, se llama Enrique…
Guillermo había guardado el nombre de su hijo pequeño en secreto para sorprender a su hermano. Se abrazan emocionados. Blanca y Sara se tratan con cariño. Miran a sus hombres, a sus hijos. Son felices. Enrique se acerca a Blanca y la besa con pasión. Guillermo hace lo propio con Sara. Ya no hay dudas, ya no hay malos entendidos. Las dos parejas se aman y disfrutan de ese amor y de los hijos fruto de ese amor.
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